Un día después de producirse el accidente, el entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors, compareció en rueda de prensa para hacer una valoración del accidente. Aseguró que en esos momentos se habían vertido 1.500 de las 77.000 toneladas de fuel que transportaba el petrolero. Ayer reconoció en el juicio que tenía otras informaciones que hablaban de 3.000, aunque por la noche la cifra ya había subido hasta las 20.000.

Preguntado por esta disparidad de cifras, el ex alto cargo de Fomento se justificó en que "la información es cambiante" y que su objetivo era no preocupar a los gallegos. "Tratamos de ser prudentes y de no alarmar a la población", se defendió.

El Prestige perdió fuel desde el primer momento hasta el último, aseguró López-Sors. El abogado de Nunca Máis, Pedro Trepat, le recordó que el inspector marítimo Serafín Díaz, el único representante de las autoridades españolas que entró en el barco, reconoció en su momento que el 14 noviembre de 2002, un día después de producirse el accidente, no había contaminación. "Esa percepción no es válida", soltó sin inmutarse López-Sors.