Uno de los carriles bici más extensos de Galicia lleva al ciclista por delante de los cantones de A Coruña, la Torre de Hércules y el monolito de tonalidades verdes Milenium. Justo este última se encuentra en la base del inicio de una corta pero empinada cuesta que bordea el monte de San Pedro en un tramo costero con vistas a las zonas de percebes cuya banda sonora es el choque de las olas contra las rocas y el paso con prisa del viento. En esa área de San Pedro y A Zambela, bajo una corteza en apariencia firme, se encuentra una duna fósil de 28.000 años de antigüedad.

Tres paneles informativos hablan de cómo era esa costa hace 28.000 años. Entonces, la península coruñesa se encontraba rodeada de arenales de un kilómetro de ancho, unas dunas trepadoras como las actuales de playa do Trece (Camariñas) o cabo Home (Cangas). Poco a poco, el nivel del mar fue subiendo y coincidiendo con otros cambios geológicos, la duna acabó cubierta por el velo de tierra y vegetación actual, con solo tres ventanas cuyo cristal deja ver esa arena tan antigua.

Si no fuese por esos paneles, el viandante o ciclista pasaría por el lugar sin saber que la duna fósil de monte San Pedro-A Zambela es patrimonio científico de Galicia. Desde el Colegio Oficial de Geólogos han llamado la atención, precisamente, de esta "indiferencia de la opinión pública hacia la geología", la ciencia que estudia el exterior e interior del globo terrestre y sus componentes, sobre todo las rocas.

Esta institución ha solicitado a la Xunta un "impulso" del patrimonio geológico de Galicia. Por parte de la Administración gallega, se indicó que estaba a expensas de la aprobación de la nueva Ley de Patrimonio. Sitios de interés geológico en Galicia no faltan, algunos incluso tienen relevancia internacional, otros son menos destacados pero suponen una atracción de turistas y un motor económico como es el caso de la zona de la ermita de A Lanzada con sus depósitos de playas y dunas; las islas Cíes, con sus acantilados y arenales; la desembocadura del Miño con sus terrazas y el Monte Santa Tecla o ya en clave empresarial, los gneises de Zamáns en O Porriño y algunas de sus canteras abandonadas.

Por muy curiosa que pueda resultar la duna fósil del monte de San Pedro, hay que saber que hay otros puntos incluso más interesantes geológicamente en la geografía gallega. Así lo determinan los expertos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) que en todo el territorio estatal han identificado 1.438 LIG, Lugar de Interés Geológico, recogidos en un inventario. De ellos, un total de 43 se encuentran en la comunidad gallega, repartidos entre los 22 de A Coruña, diez de Lugo, seis de Ourense y cinco de Pontevedra, según la página web del Instituto Geológico y Minero de España.

Hay que resaltar que el proyecto internacional Global Geosites ha buscado los lugaresde interés geológico de relevancia internacional. Bajo el nombre de Geosites, se han seleccionado cuatro zonas gallegas que abarcan 16 puntos. Se trata del complejo de cabo Ortegal, la cascada de O Ézaro en Dumbría, los pliegues tumbados de la Serra do Courel o el manto de Mondoñedo.

Sobre el embalse del río Xallas, han investigado diversos autores. Entre las distintas teorías sobre su formación, se cree que se produjo el hundimiento de un antiguo promontorio continental o que fue el mar el que invadió la zona y se introdujo en el granito.

También en la provincia de A Coruña, se encuentra otro punto de relevancia internacional, el Cabo Ortegal con los acantilados y macizo montañoso en Cedeira, Cariño y Ortigueira (punta Candelaria, San Andrés de Teixido, punta Aguilones, Serra da Capelada), un área surgida hace 340 millones de años y muy rica en minerales, como huella del choque de placas continentales.

Los geólogos del IGME explican que fue el deslizamiento del suelo en los acantilados el que posibilitó unos escalones en los que se encuentran campos de cultivo y que, finalmente, han hecho que Teixido sea "el único núcleo de población, próximo al mar, que no se encuentra en una ría".

La tercera zona de interés mundial es la costa lucense en Foz y Burela -cuya denominación científica es zona de cizalla basal del manto de Mondoñedo- caracterizada por pliegues acostados de hasta 15 kilómetros de longitud y malformaciones rocosas.

Por último, la cuarta área de relevancia internacional en términos geológicos es la formada por los pliegues tumbados de la Serra do Courel entre los ayuntamientos de Folgoso do Courel, Quiroga y A Pobra de Broullón. Precisamente, el mirado de Campodola fue el primero de Galicia realizado expresamente para la observación de la estructura geológica, un pliegue acostado de hace más de 320 millones de años.

Una buena propuesta de turismo para el próximo verano podría pasar por la visita a alguno de los lugares gallegos de interés geológico o la realización de una ruta. La provincia más rica es A Coruña con el embalse del Eume, la playa de O Trece en Camariñas con sus dunas, las rocas de abalar y los arenales de A Barca en Muxía, Monte Louro en Muros o el Pico Sacro de Boqueixón, este último incluido por las importantes reservas de cuarzo casi puro al 100%. Geológicamente, también destaca la explotación subterránea de estaño y wolframio de San Finx, en el municipio de Lousame. Estas empezaron a ser explotadas en el siglo XIX por una compañía inglesa. Hoy en día, se encuentra aquí el Museo Minero de San Finx con itinerarios del yacimiento, dentro del proyecto internacional Atlanterra, financiado con fondos europeos.

En el caso de Lugo, las zonas que resaltan por su interés son la ría de Eo, Viveiro, la zona costera de Ribadeo, la erosión del granito en Burela, el pedregal de irimia o el dique de cuarzo de Fontemiño, Portomarín y el pliegue del Courel, entre otros. Pasando a la provincia de Ourense, los lugares de interés geológico son más diversos pasando por el embalse de Os Peares, las termas de Ourense o los restos glaciares de Cabeza de Manzaneda o en O Xurés. Los geólogos también destacan la estructura de turbidinas --cuarcita y pizarra- de Pumares o las estructuras de cuarcita de Pontenovo.

Y en la provincia de Pontevedra, los expertos destacan enclaves con características especiales como las islas Cíes, el complejo de A Lanzada, la desembocadura del Miño, el complejo de A Guarda-Camposancos y los gneises de Zamáns.