Lejos de ocultar la relación con el líder de Podemos, con el que colaboró cuando este asesoró a Esquerda Unida en la campaña de las autonómicas de 2012, Xosé Manuel Beiras ensalza a la mediática figura del tertuliano que acapara portadas, alabanzas y críticas después de que su formación sin estructura irrumpiese en el escenario político llevándose 1,2 millones votos y cinco escaños en la Eurocámara. "Pablo Iglesias es un lúcido e imaginativo pionero de la nueva cultura política emergente en el seno de la rebelión cívica de la ciudadanía más agredida por las políticas antidemocráticas y defraudada por el aparato de Estado que no la representa", sostiene el líder de Anova en declaraciones a este diario.

Los vínculos entre Podemos y Anova resultan casi tan análogos a los existentes entre sus respectivos líderes. Fuentes de Anova y Esquerda Unida coinciden en destacar el papel de Iglesias como asesor de comunicación y uno de los diseñadores de cómo trasladar a la población el mensaje rupturista que capte el espíritu de los indignados, pero también en reconocer que en Galicia aprendió algunas estrategias del autor de O atraso económico de Galicia, tanto que Podemos alcanzó en la comunidad 84.000 votos, apenas 10.000 menos de los que se dejó AGE respecto a las autonómicas, si bien este análisis pierde de vista que se trata de comicios totalmente diferentes y de que una parte de la masa de votantes de la nueva formación procede del PSOE, según coinciden fuentes de la coalición.

De Beiras, cuyo talante ha defendido Iglesias desde la tribuna del programa televisivo en el canal alternativo La Tuerka desde el que dio el salto a las televisiones nacionales, ha emulado los mensajes incendiarios, censurando a la clase política como unos privilegiados que se apartan de los intereses de las clases populares, e incluso la iconografía. Frente a la melena, la coleta y la corbata desaliñada.

El dueño de A Reboiraina lo asume como un igual, casi como un producto de la cantera de admiradores que en un sector de la izquierda aspiran a heredar su estatus. "Sintonizo perfectamente con él y lo considero un aliado seguro para un necesario proceso de quiebra democrática protagonizado por la ciudadanía", añade Beiras, en sintonía con el mensaje de unidad con Podemos lanzado ayer por dos de los pesos pesados de AGE: Rubén Pérez (Esquerda Unida) y Martiño Noriega (Anova).

En las reuniones previas a que Esquerda Unida sellase su pacto con Anova para crear AGE y revolucionar el Parlamento gallego, Yolanda Díaz protagonizó una foto que se tornó habitual: su llegada a las reuniones de la fuerza que lideraba con su hija en brazos. El poder de esa imagen como novedad en la política ya fue utilizado en la pasada legislatura por dos eurodiputadas, que defendieron la conciliación familiar y laboral llevando a sus pequeños a la Eurocámara, una práctica que a nivel ciudadano resulta mucho más complicada. Uno de los gurús de la estrategia comunicativa de EU en las autonómicas de 2012, ávido de romper moldes, propuso trasladar el mensaje rupturista de AGE a la imagen e incluir en el cartel electoral, en que aparecían Beiras, Díaz y cinco personas más, a la líder de EU con su hija en brazos. Quien lanzó esta idea fue Pablo Iglesias, entonces asesor de la marca gallega de Izquierda Unida, tertuliano y hoy líder del fenómeno Podemos.

Su colaboración con Galicia arrancó tras los contactos entre la dirección de IU a nivel federal e Iglesias, cuya pareja es diputada por estas siglas en la asamblea de Madrid, y desembocó en su presencia en Galicia, así como en Euskadi, que en 2012 celebraba elecciones al mismo tiempo. "Él es la imagen y lanza el discurso, pero también es clave su equipo, especialmente Íñigo Errejón como fontanero", explican fuentes de Esquerda Unida.

Entre sus ideas, destacan no solo su experiencia en redes sociales, sino también la focalización de la imagen de AGE en el "tándem" de Beiras y Díaz, con la que, por cierto, mantiene muy buena relación y a la que asesoró en sus primeras preguntas a Alberto Núñez Feijóo en las sesiones de control al presidente de la Xunta, con las que marcó un discurso agresivo que la diferenció del resto de la oposición parlamentaria.

"Contra lo que pueda parecer es muy riguroso y mide absolutamente todo,", aseguran fuentes de la dirección de EU. "Y cobró como cualquier otro asesor de comunicación", añaden sin concretar cifras.