La canciller alemana, Angela Merkel, y Mariano Rajoy enfilaron ayer acompasados un trecho de seis kilómetros del Camino de Santiago, preludio de un encuentro bilateral que hoy mantedrán en la capital gallega. Será una entrevista al máximo nivel entre los dos mandatarios, en la que no participará ningún ministro ni alto cargo español ni alemán. Las conversaciones, que ya se iniciaron ayer durante la cena, servirán para afianzar la alianza de ambos líderes en la UE, en un momento clave en el que se discute la conformación de los órganos de gobierno europeos. El Gobierno central quiere que España recupere peso político en Bruselas y para ello intentará colocar en puestos clave dos nombres españoles. Luis de Guindos, actual ministro de Economía, tiene todas las papeletas para convertirse en presidente del Eurogrupo pero más complicado parece el encaje de Miguel Arias Cañete como comisario en un área relevante. En la cita que tendrá lugar hoy en el Hostal dos Reis Católicos es previsible que también salga a colación la crisis de Ucrania y la futura estrategia económica que se debe impulsar desde la UE ahora que se empiezan a apreciar las primeras señales de recuperación.

España asumió con obediencia la receta de austeridad que propugnó Alemania y ahora espera sacar réditos políticos con un mejor posicionamiento y un mayor poder de decisión en la UE. Mientras en Francia e Italia, donde gobiernan los socialdemócratas, empiezan a reclamar un giro a las políticas europeas, Rajoy se ha convertido en el principal aliado de la canciller alemana en Europa.

El presidente del Gobierno se implicó a fondo para que el luxemburgués Jean Claude Juncker, el candidato respaldado por Merkel, se convirtiera en presidente de la Comisión Europea. Con la derecha italiana y francesa fuera de juego y el británico David Cameron cada vez más alejado del proyecto europeísta, a Merkel solo le queda apoyarse en Rajoy ante las insistentes críticas a sus políticas de austeridad.

Y al mismo tiempo Rajoy, tras los sacrificios exigidos a España, estrecha lazos con la mujer más poderosa de la UE, una alianza que mejora su imagen de líder fuerte en la recta final de su legislatura y con el horizonte de las elecciones generales cada vez más cerca. Y Santiago ha sido el escenario elegido para escenificar esa unión, aprovechando que Rajoy disfrutaba en Galicia de sus vacaciones.

Rajoy espera confirmar el apoyo de Alemania a Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo, lo que supondría además un espaldarazo a las políticas económicas impulsadas por España con el amparo de Alemania. Colocar a De Guindos y a Cañete son dos bazas importantes para España que de esta forma podría recuperar el peso perdido en Europa en los ultimos años.