Un consorcio de empresas gallegas (Sagres, Francisco Cardama y CNV Naval Architects) desarrolla en Vigo el primer prototipo español de artefacto flotante diseñado para obtener energía a partir de las corrientes marinas, en el marco del denominado Proyecto Magallanes.

Los responsables de esta iniciativa han presentado el proyecto este lunes en el astillero vigués Cardama y han recalcado que se trata de un proyecto industrial, que nace con la vocación de ser comercializado y exportado, no como iniciativa de explotación de energía maremotriz en Galicia, según ha precisado Joaquín E.Rial, de CNV Naval Architects.

El prototipo del Proyecto Magallanes, que se está ensamblando en Cardama, es el resultado de más de 7 años de investigación, en la que han participado cuarenta investigadores de las universidades gallegas, centros tecnológicos y firmas de ingeniería, ha indicado Alejandro Marques de Magallanes, socio fundador del proyecto.

Tras la realización de pruebas con prototipos más pequeños, tanto en la ría de Vigo como en el Centro Europeo de Tecnologías Marinas (EMEC) de las islas Orcadas de Escocia, el trimarán está ahora en fase de montaje y está previsto que, a principios de verano, pueda hacer pruebas en la ría. Asimismo, será probado en el EMEC desde principios de 2016 y durante un período de un año y medio o dos.

Características

El artefacto flotante es un trimarán con turbinas instaladas en la parte de abajo y que tiene unos costes de instalación y mantenimiento muy bajos, a diferencia de otros sistemas de obtención de energía en las corrientes marinas.

El prototipo, de 42 metros de eslora, tiene un peso de unas 350 toneladas y las hélices de las turbinas (que van sumergidas) miden 19 metros de largo. Además del bajo coste de mantenimiento, se trata de un artefacto de poco impacto visual (un parque de catamaranes tendría el mismo efecto visual que uno de bateas) y diseñado para generar 2 megavatios.

Así, según ha explicado el consejero de Magallanes Renovables, José Manuel Fernández, teniendo en cuenta que con esa potencia instalada se podrían abastecer de energía eléctrica 1.500 viviendas, una ciudad como Vigo podría ser autónoma energéticamente si contase con el suministro de un parque de 200 trimaranes.

Inversión

Los responsables del proyecto han explicado que las pruebas de este prototipo se realizarán de forma paralela a la puesta en marcha de las estrategias de comercialización del producto, que es susceptible de ser empleado en zonas donde las corrientes marinas tienen suficiente entidad para ser explotadas con rentabilidad.

En total, el Proyecto Magallanes cuenta con una inversión de algo más de 13 millones de euros, de los que ya se han invertido 7,72 millones en la fase de investigación y diseño de la tecnología. Además de la inversión privada, la iniciativa cuenta con apoyos públicos a través del CDTI y también de la Xunta de Galicia.

El responsable del astillero Cardama, Mario Cardama, ha explicado que los trimaranes diseñados pueden construirse "en seis o siete meses", y ha subrayado que el proyecto es "cien por cien gallego", y nace con vocación de "seguir siéndolo". A ese respecto, ha recordado que la construcción de estos sistemas implica no solo la experiencia en montaje naval, sino que también puede ser un recurso de producción para otros sectores como la electrónica, la ingeniería o la mecánica.