Capítulo aparte del normal funcionamiento de las 3.997 mesas electorales fueron las denuncias de carreteo de votos. Los episodios más destacados se dieron en Ourense. PSOE, Anova y Ourense en Común denunciaron carreteos de votos de ancianos en la localidad de Rairo, dentro del término municipal. Mientras, el BNG de Celanova denunció que un trabajador municipal realizó viajes con su coche a la residencia de ancianos San Carlos. En la comarca del Deza, el PSOE alertó a la junta electoral de zona de que un taxista retirado estaba acercando a personas con discapacidad o mayores a dos mesas de Vila de Cruces. Tras esta denuncia y al personarse agentes de la Guardia Civil, cesó el carreteo.

En Meis el PSOE acusó a un apoderado del PP de carreteo de votos. Presuntamente llevó en su coche a personas mayores de Armenteira y les cobraba cinco euros.