Los tres peritos designados por el juez para ayudar a esclarecer el siniestro del Alvia, en el que perdieron la vida 79 personas en julio de 2013, se mantuvieron fieles a los informes que presentaron al magistrado Andrés Lago Louro, que investiga el caso desde que relevó a Luis Aláez. Para dos de ellos, la tragedia ferroviaria de Angrois se debió a un exceso de velocidad.

En esa línea, el ingeniero industrial José Manuel Lamela, el primero citado a declarar ayer, ratificó ante el juez que "la gran clave" del accidente de Angrois "fue el exceso de velocidad". Y lo mismo apuntó el ingeniero de caminos Juan Carlos Carballeira, quien indicó que "en principio el exceso de velocidad" es la tesis de su peritaje. Este experto en caminos, que también señalaba en su pericial que la señalización era "mejorable", pero "dentro de la norma", explicó después a los medios que "la norma no permitía muchos cambios". "Sería complejo mejorarlo", se limitó a comentar, antes de indicar que sobre el cambio de proyecto inicial de la línea Ourense-Santiago, que implicó la retirada al final del trayecto del sistema de control de velocidades continuo, el ERTMS, podría hablar "una hora".

Respecto a Lamela, respondió a un "exhaustivo" interrogatorio sobre su documento, donde analiza el material rodante, los sistemas de frenado y el mantenimiento del tren. Ayer mismo entregó en el juzgado un informe encargado a un centro dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid con una simulación del siniestro. Lamela explicó que así toda la documentación que le compete está entregada y que se ratifica "totalmente" en su dictamen: "Creo que la gran clave del accidente fue el exceso de velocidad. Eso parece ser que no ofrece ninguna duda". "El tren iba demasiado rápido para poder tomar la curva" añadió.

Los abogados de los colectivos de víctimas de Apafas y la Plataforma Alvia 04155 opinan que las declaraciones de los peritos conllevan "un cambio de escenario" del caso. A juicio de Manuel Alonso, letrado de la Plataforma Alvia 04155, un "informe independiente" "ratifica" la "versión" de los perjudicados. Así, se remite al del ingeniero de telecomunicaciones César Mariñas, el último en comparecer, que manifiesta que el Alvia no habría descarrilado en condiciones seguras, dictamen que el experto ratificó ayer tras ser cuestionado, dijo, sobre los asuntos "más controvertidos" del documento. El abogado de Apafas, Javier González, cree que el informe de Mariñas "evidencia carencias en señalización y degradación de los sistemas de seguridad más que evidentes", como defienden las víctimas.

Manuel Prieto, defensor del único imputado, el conductor del tren, Francisco José Garzón Amo, opina que los informes de los peritos "indican que hay responsabilidades ajenas al maquinista". Mariñas, alegó, estuvo "firme" en "la omisión de medidas de seguridad, lo mal que estaba la línea, lo intolerable del riesgo que ahí existía. Y entendemos que todo eso no es responsabilidad del maquinista, sino de quien decidió poner en marcha esa línea con esas carencias que son las causas fundamentadas del accidente", argumentó.

Los letrados no saben cuál será el próximo movimiento del juez, que, dicen, no realizó preguntas a los tres interrogados, pero las víctimas reiterarán pruebas ya pedidas y el maquinista presentó otro informe pericial que aún no se incorporó a autos.