Con toda la solera de una ceremonia que lleva 31 años celebrándose y la solemnidad que imprime el escenario elegido, la iglesia de Santo Domingo de Bonaval de Santiago, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entregó ayer las Medallas Castelao en un acto que convirtió en una acérrima defensa de las tradiciones frente a "corrientes sociales vertiginosas". Y en presencia de dos de los alcaldes de las mareas -los de A Coruña y Ferrol, puesto que el de Santiago no acudió al evento- el titular del Ejecutivo gallego pidió "humildad" para aceptar las tradiciones.

"Respetar lo que no se entiende o comparte, siempre fue una de las mejores manifestaciones del espíritu democrático", recetó con el pensamiento puesto en el próximo 25 de julio, Día de Galicia, en el que por primera vez los regidores de A Coruña y Santiago no acudirán a la tradicional Ofrenda al Apóstol. De hecho, el alcalde compostelano pidió al Rey que no delegue en él la tradicional Ofrenda al Apóstol.

Feijóo realizó esta apelación a la tradición tras condecorar a la futbolista Verónica Boquete, al locutor radiofónico Pepe Domingo Castaño, al catedrático de Derecho, Carlos Fernández-Nóvoa, a la Rede Galega contra a Trata y a la productora Vaca Films. Como testigos de estas distinciones acudieron representantes de las más altas instituciones de Galicia, responsables de Abanca, incluido su presidente, José María Escotet, y los portavoces parlamentarios de PP y PSOE. Las ausencias más notadas fueron las de BNG y AGE, así como la del alcalde de Santiago, Martiño Noriega. El líder de Compostela Aberta ya había desatado la polémica hace un par de semanas al negarse a participar, junto a los regidores de A Coruña, Xulio Ferreiro, y Ferrol, Jorge Suárez, en la Ofrenda al Santísimo Sacramento de Lugo alegando la laicidad de su cargo.

"No entender las tradiciones o compartirlas, no exime de respetarlas como parte del acervo común", instó el titular de la Xunta quién alertó contra "el éxito de lo efímero, lo pasajero y lo superficial". "Conviene no olvidarlo en una época en la que las corrientes sociales son vertiginosas y en las que lo nuevo y bueno se asocian automáticamente", añadió.

La entrega de premios estuvo cargada de emoción, sobre todo de la responsable de Vaca Films, Emma Lustres, que con la voz entrecortada habló de su marido Borja Pena, con quien comparte la dirección de la productora: "Antes se decía que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Pues yo hoy digo que detrás de mí está mi marido y que los dos estamos al frente de la empresa".

También a Pepe Domingo Castaño le tembló la voz al recordar a su padre Antonio y a su madre Rosa. "Lo que daría porque pudieran estar aquí en este momento", lamentó. "Esta medalla me obligará a ser más rebelde, más libre, más padronés y más gallego", sentenció. Para Verónica Boquete, que fue presentada como una de las diez mejores futbolistas del mundo, es un reconocimiento a todo el deporte femenino. El experto en Derecho Industrial, Carlos Fernández-Nóvoa, y natural de A Estrada comentó que esta localidad le une precisamente a Castelao, puesto que de ahí era la mujer del insigne galleguista. El reconocimiento a la Rede Galega contra a Trata fue recogido por Carmen Lago que pidió recursos públicos para ayudar a las mujeres víctimas de explotación.