En vísperas del segundo aniversario del accidente de tren en Angrois, el Gobierno ha aprobado un nuevo reglamento de circulación ferroviaria que, entre otras medidas, supondrá "reforzar" la señalización de la red de vías del tren mediante la identificación de forma destacada de los tramos que requieran una especial atención por parte de los maquinistas y la colocación de señales con las velocidades máximas permitidas en cada trazado.

La aprobación de este nuevo código de circulación del ferrocarril se enmarca en el conjunto de medidas promovidas por el Ministerio de Fomento para reformar y fomentar la liberalización de este modo de transporte.

Asimismo, también forma parte de la veintena de medidas que la titular de Fomento, Ana Pastor, se comprometió a impulsar tras el accidente del Alvia en Santiago.

Con la reforma del reglamento, el Gobierno también busca renovarlo, dado que el anterior data de 1992, para incorporar los cambios registrados desde esa fecha en el sector, adaptarlo al marco legal europeo y facilitar la interoperabilidad con otros países.

El objetivo es garantizar que la circulación de los trenes que cada día recorren la red ferroviaria se realice de forma "segura, eficiente y puntual".

Para ello, mejora el código anterior "reforzando la señalización en vía" colocando señales en las zonas de especial atención, como "estaciones especialmente complejas y bifurcaciones", y completando la señalización de las velocidades máximas permitidas en cada tramo.

El reglamento incorpora todos los sistemas tecnológicos de seguridad, control y mando que no recogía el anterior, y unifica y simplifica todos los sistemas operativos de circulación y procedimientos.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, destaca que "dada la importancia de esta norma" se decidió elevar su rango y aprobarla como real decreto en vez de como orden ministerial.

Además, el nuevo reglamento se incorporará a la nueva ley ferroviaria, actualmente en trámite parlamentario, a través de una disposición adicional.