Grandes ventiladores, rayos láser, ultrasonidos, falsos túneles y hasta drones para la siembra masiva de pinos. Estas son algunas de las alternativas que han planteado al Ministerio de Fomento las empresas que participan en el concurso de ideas convocado para acabar con los graves problemas de niebla al paso de la Autovía del Cantábrico (A-8) por la localidad lucense de Mondoñedo. La escasa visibilidad a causa de este fenómeno meteorológico ha provocado numerosos cortes de tráfico, sobre todo durante el verano, que se han llegado a prolongar durante cuatro días consecutivos, y estuvo en el origen de un accidente que causó una víctima mortal en julio de 2014.

Entre las compañías que ya presentaron sus proyectos al departamento que dirige Ana Pastor hay dos gallegas. Aunque Fomento guarda absoluto mutismo sobre su contenido, sí que garantiza que la alternativa seleccionada será "innovadora".

Tras una primera ronda de contactos con el sector, a la que concurrieron 19 empresas y expertos de tres universidades, la Dirección General de Carreteras redactó un documento base en el que apunta diversas soluciones técnicas para mejorar la visibilidad en el tramo lucense de la Transcantábrica como punto de partida para el concurso de ideas. La primera de ellas, ya conocida, pasa por la construcción de un túnel en el que se eliminan los bancos de niebla por los cambios en la temperatura generados por el dióxido de carbono que emiten los coches y camiones. Pero hay más. Y alguna muy llamativa.

Así, Fomento pone encima de la mesa la posibilidad de disolver la niebla mediante técnicas de coalescencia, consistentes en la conversión en precipitaciones de agua de las partículas que se encuentran en suspensión mediante el uso de ultrasonidos, de microondas y hasta de rayos láser. También plantea el departamento que dirige Ana Pastor actuaciones para "desplazar" la niebla con ventiladores, aspiradores y el uso de energías renovables, así como la plantación masiva de especies vegetales, como varias especies de pinos, utilizando para ello drones (vehículos aéreos no tripulados).

La zona en la que la niebla provoca los cortes de tráfico es el alto del Fiouco, a 700 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un tramo de autovía entre Mondoñedo y Careira en el que se invirtieron 192 millones de euros y que fue inaugurado por Ana Pastor hace dos años y medio, dando así conclusión a los trabajos de la A-8 en la comunidad vecina. El origen del problema en este enclave está en la propia selección del trazado de la vía. Por presiones del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se eligió la alternativa que entra en Lugo por Mondoñedo hacia Vilalba, el pueblo del ya fallecido presidente fundador del PP, pese a que eran perfectamente conocidos los problemas con la niebla en esa zona. Las alternativas consistentes en llevar la traza por la costa hasta Ferrol o que ésta girase paralela al Eo para ir a Lugo quedaron descartadas.

Problemas técnicos

Los técnicos decidieron, además, que la autovía fuese por la ladera oriental del valle de Mondoñedo y no por la occidental, que es por la que discurre la N-834 a través del peligroso alto de La Xesta. Iniciadas las obras, poco tardó en comprobarse que, tal y como habían detectado los estudios previos, la zona de media ladera por la que se llevaba la traza presentaba muy serios problemas de estabilidad. Tal circunstancia obligó al entonces ministro de Fomento, José Blanco, a paralizar la actuación en el mes de agosto de 2009, con el objetivo de reformar el proyecto y elevar la calzada hasta los 700 metros de altitud, lo que obligó a levantar tres grandes proyectos y motivó un sobrecoste que al final llegó hasta los 80 millones de euros. Pero lo peor fue que metió a la autovía directamente en un paraje en el que la niebla es casi tan habitual como persistente.

Las constructoras que se hicieron cargo de esta actuación instalaron diversos medios antiniebla, entre ellos tres kilómetros de balizas luminosas, dos pórticos de señalización variable en función de las condiciones meteorológicas y una cámara de televisión para obtener datos en tiempo real sobre la visibilidad en el tramo.

Pero todas estas medidas no impidieron que el 26 de julio de 2014 la intensa niebla originara un trágico accidente múltiple en este trazado de la Transcantábrica, cuando aún no se habían cumplido ni seis meses de su entrada en servicio. El balance fue de una mujer fallecida y más de una treintena de personas atendidas en centros sanitarios por diversas heridas.

Tras este siniestro, la Dirección General de Tráfico (DGT) optó por cerrar al tráfico la autovía cuando cae la niebla y desviar todo el tráfico por la antigua N-634 y el alto de La Xesta. Sin ir más lejos, a principios del pasado mes de junio la A-8 permaneció cerrada en Mondoñedo por baja visibilidad durante cuatro días consecutivos. Desde entonces ha habido más casos, aunque todos de menor duración.

Las medidas adicionales que se han ido instalando con el objetivo de mejorar la situación tampoco han dado resultado. Fomento ha reforzado los carteles y señales reflectantes, ha instalado paneles informativos sobre el estado de la vía y cuenta desde hace meses con cámaras de vigilancia y estaciones meteorológicas adicionales. La solución definitiva, confía el Ministerio, saldrá del concurso de ideas que ya está abierto y cuya resolución se prevé en un plazo de seis meses. Entonces se sabrá si la niebla se burla con un túnel o si se espanta plantando pinos, con drones, ultrasonidos o rayos láser.