Los socialistas buscan pasar página tras la crisis desatada en Lugo por el alcalde de Becerreá y diputado provincial, Manuel Martínez, quien desafió al partido aupando primero a la popular Elena Candia a la Presidencia de la corporación provincial y votando después con el PP para quitarle dedicaciones exclusivas al BNG.

Tras acordar el grupo provincial del PSdeG la expulsión del regidor, el secretario xeral de la formación, Xosé Ramón Gómez Besteiro, les trasladó su "apoyo cerrado" y advirtió de que "ahora lo que toca es trabajar". Tal y como apuntó el portavoz parlamentario de los socialistas gallegos, José Luis Méndez Romeu, el problema está "encauzado".

El desencuentro entre el alcalde de Becerreá y el PSdeG desembocó el pasado viernes en una rueda de prensa en la que Manuel Martínez confesó haber sido "engañado" por su propio partido y recriminó a Besteiro "no haber estado a la altura de las circunstancias". Pocas horas después el grupo provincial anuncia su expulsión.

El veto de Martínez

Aunque el regidor de Becerreá explicó que seguirá siendo diputado provincial y mantendrá su veto a las iniciativas del Bloque, socio del PSOE en la Diputación, para Besteiro y Méndez Romeu la crisis está cerrada y las cartas ya han quedado sobre la mesa.

"Hoy, todo el mundo, tiene la oportunidad de ver otra versión, que estuvo silenciada durante cuatro meses", señaló el líder del PSdeG, que mostró su respaldo a las declaraciones del actual presidente de la Diputación, el socialista Darío Campos, quien acusó de "tránsfuga" al alcalde de Becerreá. "Por tanto, esas imágenes en las que el PP entra en determinadas negociaciones con otros diputados, realmente, no es la política que le interesa al PSOE", zanjó Besteiro.

Desde el PP gallego, su secretario xeral, Alfonso Rueda, recriminó, sin embargo, al PSdeG que se dedique al "espionaje" y "caza" de Manuel Martínez. "Intentan desviar la atención de su desgobierno", concluyó.