Las vacas que pastan en el campo producen una leche más abundante en Omega 3 y Omega 6 que las que se alimentan con pienso o las que permanecen siempre en establos. Varios estudios defienden esta tesis, pero ahora investigadores de Galicia, Cantabria y Asturias analizarán la leche de las vacas que pastan en grandes extensiones de verdes praderas durante al menos tres años para ratificar esta idea. El objetivo del proyecto es ayudar a que perdure una forma de producción propia de la Cornisa Cantábrica, más natural, basada en pequeñas cabañas ganaderas y reconocer el valor de la leche de estas vacas que pastan en el exterior.

El trabajo, que está en sus inicios y que financia el INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), con fondos que provienen del Ministerio de Economía y Competitividad, parte de una idea: que la leche de vacas que pastan, que se alimentan con forrajes, tienen grasas con un perfil más sano: menos saturadas y más Omega 3.

Para ello se testarán más de 40 moléculas distintas, ácidos grasos, como el Omega 3, o el Omega 6, el CLA (ácidos linoleicos conjugados, con efectos beneficiosos para la salud), y antioxidantes y marcadores genéticos -micro-ARN-.

Además, se van examinar explotaciones ganaderas distintas, con tipos de alimentación variada para comprobar el perfil de esos ácidos grasos, antioxidantes y micro-ARN de la leche.

Este estudio sigue la línea abierta por otras investigaciones, que apuntan que las vacas que pastan en el campo producen una leche más abundante en esos compuestos que las que se alimentan con pienso o están en el establo.

La finalidad de esta investigación es doble: tipificar esa leche de vacas que comen pastos pero, sobre todo, aumentar el valor de ese producto genuino de Galicia, Asturias y Cantabria.

"En la Cornisa Cantábrica y Galicia, por el clima de altísima pluviosidad y temperaturas suaves, tenemos lo que se llaman pastos permanentes. Y esto posibilita que muchos ganaderos alimenten a sus vacas a partir de estos pastos y de los forrajes que se producen con ellos. Nosotros queremos revalorizar ese tipo de producción", explica la investigadora del CIFA Ana Villar.

Aunque Villar reconoce que en toda la Cornisa Cantábrica se ha dado una fuerte intensificación de la producción de leche, también destaca que perviven muchas ganaderías que suelen ser más pequeñas y que están "ligadas al territorio": tienen mucho terreno y pastos de los que se alimentan las vacas.

"Esta leche producida por estas vacas alimentadas con forrajes es más rica en CLA, en Omega 3 y también en antioxidantes", subraya Villar.

La identificación servirá para autentificar esa leche y poder ofrecer al consumidor información que dé valor añadido al producto.

"Y que posiblemente pueda costar más dinero. Que el consumidor, si va a pagar más, tenga una mínima garantía de que efectivamente esa leche está basada a pastos", apostilla la investigadora.

Villar sugiere que esa leche procedente de pastos podría venderse de una forma diferenciada, por ejemplo en un envase con una etiqueta con la indicación de "100% en base a pastos".

Con el estudio se quiere apoyar una forma de producción, la de las pequeñas explotaciones que tienen más difícil la supervivencia tras la desaparición de las cuotas.

Villar insiste en que esas pequeñas cabañas son las que contribuyen especialmente a mantener el territorio, a fijar población rural y a cuidar el paisaje.

El estudio está coordinado desde el CIFA (Centro de Investigación y Formación Agrarias) de Cantabria y en él participan el CIAM (Centro de Investigaciones Agrarias) de Galicia y el Serida (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario) de Asturias.