La asociación de artes menores Asoar-Armega es la primera en unirse al recurso de anulación interpuesto por la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) contra el sistema de reparto de cuotas de pesca en la Unión Europea. Esta demanda, abierto a todas las organizaciones y entidades que así lo consideren, ya fue presentada ante el Tribunal General de la UE en Luxemburgo.

De este modo, la flota de bajura y la Xunta, aunque por vías distintas, coinciden por una vez en sus planteamientos. Lo hacen después de que los armadores de la Cooperartiva de Armadores de Vigo (ARVI) hicieran público que, de 2008 a 2014, los barcos de pesca comunitarios han perdido unos 1.800 millones de euros porque la ineficiencia de las medidas adoptadas por el organismo europeo dejó sin pescar una muy importante cantidad de toneladas.

Otras tres organizaciones de pesca, entre las cuales figura la Asociación de Volanteros del Cantábrico (Avocano) apoyan la iniciativa de Acerga. Quedan a la expectativa una asociación de artes fijos y otra de palangre de fondo (ambas del Mediterráneo), con lo que, de producirse esta unión, sería la primera vez que la práctica totalidad de los representantes del sector pesquero de bajura actúan conjuntamente para conseguir la paralización del reparto de cuotas imperante en el seno de la UE. Un sistema que se agrava por la aplicación por parte del Gobierno de una distribución de cuotas que premia de forma discriminatoria a los buques que más han pescado en los últimos años, en detrimento de los que menos se han beneficiado de ellas en aguas del caladero nacional Cantábrico Noroeste.

Cabe imaginar la sorpresa que habrá representado para la Secretaría General de Pesca conocer la oposición de la Xunta de Galicia con tales repartos. Y, si bien entre los marineros gallegos se extiende la creencia de que todo se debe a la proximidad de las elecciones autonómicas, no es menos cierto que confían en que, tras la admisión a trámite del recurso de Acerga, los planteamientos para el reparto sean otros y que estos dejen de lado por fin los derechos históricos, que benefician a los barcos vascos y cántabros.

La CE habrá de tener en cuenta esta unión del sector porque, al fin y a la postre, esa cohesión es la que demandan las propias autoridades europeas.