La situación en el aeropuerto de Santiago de Compostela se ha normalizado tras una semana de desconexión del ILS, el asistente de aterrizaje que ayuda a los aviones a tomar tierra en situaciones de baja visibilidad, como niebla o nubes bajas.

Los últimos inconvenientes registrados hasta ahora son los del domingo por la tarde, que obligaron a desviar ocho vuelos de Lavacolla para los aeropuertos de Peinador, Alvedro, Oviedo y Oporto.

Estos desvíos tuvieron todavía sus consecuencias el lunes por la mañana, puesto que faltaban los aviones que hacían esas mismas conexiones y que no habían podido aterrizar el día anterior.

El domingo se produjeron desvíos de los vuelos procedentes de Bilbao, Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga, que se fueron para A Coruña. Por su parte, el avión procedente de Lanzarote aterrizó en Oporto.