Las causas abiertas por delitos de incendios forestales el año pasado en Galicia se dispararon casi un 30%. Hasta un total de 451 procesos penales por alguno de los fuegos que en 2015 arrasaron casi 12.000 hectáreas en la comunidad gallega, frente a los poco más de 350 casos incoados el ejercicio anterior. Sin embargo fueron muy pocos los incendiarios llevados a juicio por falta de pruebas: apenas se dictaron una veintena de sentencias por delitos de fuegos, según avanzó ayer el fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, tras participar en la junta de fiscales de Medio Ambiente.

Los datos de la memoria de 2015 muestran un incremento en el número de delitos ambientales en la comunidad del 33%, al pasar de los 572 de 2014 a los 762 del año pasado, y un incremento de las sentencias del 30% con un total de 73 fallos. Los incendios forestales copan el 60% de este tipo de infracciones penales. Ourense es la provincia gallega con más delitos por quemas en los montes, con un total de 170 procedimientos abiertos. Le siguen en el ranking Pontevedra, con un total de 111, A Coruña con 100 y finalmente Lugo con 70.

En la reunión convocada ayer en A Coruña por el fiscal superior, participaron el fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García-Ortiz y las representantes de Lugo, Lucía Girón; Ourense, Carmen Eiró, y Pontevedra, Natividad Gurriarán. En el encuentro, se elaboró una "comunicación" que será enviada a los fiscales gallegos para que actúen con un criterio común en los casos de delitos medioambientales. García-Ortiz reiteró que "los incendios forestales son una preocupación para la Fiscalía". Para este año anticipó un "repunte" de las sentencias por la "agilidad" de los procedimientos. "El trabajo de la Fiscalía no es solo durante el verano porque las labores de investigación se realizan todo el año", destacó el fiscal de Medio Ambiente.

El arma del delito es una prueba fundamental para esclarecer lo ocurrido y dar con el autor. Un cuchillo o una pistola en un atraco o un asesinato son claves para resolver el caso. Pero en el monte, la cerilla no deja rastro. En los incendios, las llamas hacen desaparecer cualquier indicio que pueda probar la implicación de un sospechoso. El hecho de que la investigación en este tipo de delitos no aporte pruebas concluyentes y la falta de testigos impiden llevar a juicio a dos de cada tres incendiarios detenidos en Galicia. Teniendo en cuenta la dificultad a las que se enfrentan los investigadores en este tipo de delitos, la Fiscalía insistió ayer en la necesidad de que los ciudadanos colaboren con sus testimonios para que tanto el Ministerio público como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "lleven a cabo con eficacia su trabajo dentro del marco del proceso penal".

Los fiscales enviarán a Madrid los puntos de riesgo identificados en la comunidad susceptibles de incendio, como "vertederos, líneas eléctricas y áreas recreativas", pero en Galicia son "más significativos" -según apuntó García-Ortiz- los casos en los que "se emplea maquinaria durante momentos de alerta". También se pidió un resumen concreto de "una fuente de riesgo ya conocida, pero que ha saltado a la opinión pública, que son los puntos de acumulación de neumáticos como el de Seseña", que en A Coruña son cuatro y se recopilan los datos del resto de la comunidad. El fiscal delegado reconoció además que hay otros puntos, como las vías férreas, que en el pasado tenían grandes riesgos, pero estos se han reducido gracias al trabajo continuo, informa Efe.