La presencia de mujeres en los juzgados gallegos ya no es un hecho aislado o fuera de lo común. Su peso en los tribunales gallegos durante los últimos años no ha dejado de crecer, hasta el punto de que en la actualidad son ya más mujeres jueces y fiscales que hombres con toga. De ser a comienzos del siglo XX una minoría y hasta una excepción en casi todas las profesiones liberales, hoy han conquistado muchas de ellas. Su primera batalla la libraron en el campo de la enseñanza, al que en la última década sumaron el de medicina y justicia. Casi el 57% de las plazas de juez en Galicia están cubiertas por mujeres, un porcentaje que en el caso de los puestos de fiscal alcanza el 61%.

Sin embargo, la incorporación femenina a la cúpula judicial todavía no ha provocado ese sorpasso. Apenas hay un 30% de mujeres en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (tan solo 11 de los 40 componentes actuales), según recoge el Informe sobre la Estructura de la Carrera Judicial del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ). Y solo una de las ocho jefaturas de la Fiscalía en la comunidad -Fiscalía Superior, las cuatro fiscalías provinciales y las tres de Área (Vigo, Santiago y Ferrol)- está en manos de una mujer, lo que supone tan solo el 12,5%, frente al 30% de media en el conjunto de España, según datos de la Fiscalía General del Estado de 2015 recogidos en el portal web Diario de Información Xudicial. La excepción en la cúpula fiscal gallega la protagoniza Susana García Baquero, al frente de la Fiscalía de Área de Vigo. Esta radiografía arroja dos conclusiones sobre la paridad en la Justicia gallega: Galicia la tercera comunidad con más mujeres al frente de los juzgados, por detrás de País Vasco (60,2%) y La Rioja (57,5%). Pero, por el contrario, es la segunda autonomía con menos presencia femenina en las jefaturas fiscales.

En el conjunto la nacional la situación es similar. Hay un 13,9% y un 34,9% de mujeres entre los miembros del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, respectivamente, y 8 entre los 21 componentes del CGPJ son mujeres. La batalla se les resiste en los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas, donde, de los 17 órganos, solo uno está presidido por una mujer, Pilar de la Oliva (Valencia).

En el Ministerio fiscal, la media de mujeres al frente de las jefaturas es del 30%, cuando su peso en el conjunto de la carrera fiscal supone el 63%. La brecha es mayor en la comunidad gallega, ya que si se tiene en cuenta la desproporción entre la presencia femenina en el conjunto de la Fiscalía en la comunidad y el porcentaje de jefaturas que ocupan es de 48 puntos, por 33 de la media estatal.

Diez puntos más en diez años

En la última década, la presencia femenina en los órganos judiciales aumentó año tras año. De representar menos del 46% de las plazas de jueces y fiscales en Galicia en 2006, en la actualidad ya suponen el 56,7% (diez puntos más que hace diez años y más de cuatro puntos por encima de la media nacional -52,4%-). Entonces, la comunidad gallega estaba en la mitad de la tabla (octavo puesto). Hoy ya está en el podio, en el tercer puesto del ranking nacional, con un total de 191 mujeres y 146 hombres. Su edad media es de casi 45 años con una antigüedad media de 13,4 años, frente a los 51,6 años de los varones y una experiencia de 20,3 años.

En el conjunto del país, la edad medida de las jueces y magistradas es de 45,9 años, uno más que la media en Galicia, frente a los 51,4 años de sus compañeros. Esta diferencia se traslada también a la antigüedad en la carrera: ellos llevan ejerciendo sus funciones jurisdiccionales una media de 19,9 años y ellas 15,1 años, en ambos casos por encima de la media registrada en la comunidad gallega.

El 76% de las mujeres que ocupan una plaza de juez en Galicia tienen entre 31 y 40 años. Le sigue en el ranking por edades, la franja que va de los 20 a los 30 años, con casi el 70% del total de féminas en la carrera judicial en la comunidad. La tendencia en el conjunto nacional se invierte, ya que el grupo con más presencia de mujeres es el que va de 20 a 30 años (68,6%), seguido del de 31 a 40 (65,4%).

En 2015, la incorporación de mujeres aumentó en los juzgados de Galicia, Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Murcia Navarra y La Rioja. Por el contrario, perdieron presencia femenina los órganos judiciales de Canarias, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y País Vasco, si bien en estas seis últimas comunidades autónomas las mujeres se mantienen como mayoría en sus respectivos tribunales.