Una de las fuentes de financiación de las empresas son las subvenciones y ayudas que reciben de las administraciones, tanto de la central como de la autonómica, ya que juegan un papel fundamental en el apoyo financiero a determinados sectores.

Desde que arrancó la crisis en 2008, los gobiernos autonómicos y central, sobre todo este último, han recortado las ayudas al tejido empresarial de la comunidad. En 2010 la rebaja conjunta fue del 20%; en 2011, del 21% y en 2013, del 43%. En 2015 volvió a superar el 40%. Las subvenciones y ayudas públicas a empresas gallegas se recortaron un 40,9% durante el pasado ejercicio. La cuantía total pasó de los 217,4 millones de 2014 (cuando el importe había subido un 71%) a los 128,5 de 2015, según el anuario de las Administraciones Públicas, elaborado por Axesor. La cifra es casi la mitad del promedio que recibieron desde que arrancó la crisis. Entre 2008 y 2014, la media anual fue de 245,7 millones. En 2015, 128,5. Un 47% menos.

La subvención es la entrega de financiación sin ningún tipo de contraprestación, aunque está sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, mientras que las ayudas públicas son una entrega dineraria que sí tiene una contraprestación, pero siempre a unas condiciones mejores que las del mercado.

El comportamiento de ambas administraciones, la central y la autonómica, no fue el mismo durante el pasado ejercicio. La primera aportó a las empresas de la comunidad 15,3 millones, lo que supuso el 11,9% del total. En 2014 el porcentaje había sido del 42%. La segunda ayudó con 113,2 millones. El 88,1% del total. El recorte del Gobierno español con respecto al año anterior fue del 84%, mientras que el de la Xunta alcanzó el 10%.

Si se tiene en cuenta el importe en subvenciones y ayudas públicas que otorgaron solo los organismos autonómicos de cada comunidad, la clasificación la encabeza Andalucía. La Junta fue el ente autonómico que más financiación concedió en 2015, con 213,2 millones. Aun así esta cifra es un 41,4% inferior a la que otorgó en 2014. Castilla y León fue la segunda comunidad que más financiación asignó, con 154,7 millones, un descenso del 20,6% con respecto al año anterior. El tercer puesto lo ocupó el País Vasco, con 147,9 millones. Fue una de las pocas que incrementó la cifra respecto a 2014, un 4,8%. La Xunta ocupó el octavo puesto con 113 millones. Si se analiza la tendencia a nivel nacional, desde 2009 hasta 2012 el peso del Estado en la concesión de subvenciones y ayudas públicas estaba en torno al 55%, mientras que las comunidades concedían el 45%. A partir de 2012, el peso de los organismos autonómicos se ha incrementado. En el caso de Galicia, ocho de cada diez euros de financiación pública al tejido empresarial durante 2015 salieron de la Xunta. Los otros dos los aportó el Gobierno central.

La caída del 40,9% de la financiación a las empresas de Galicia fue el tercer mayor descenso de todas las comunidades. Solo le superaron el 62% de Extremadura y el 50% de Navarra. En 2014, el alza del 70% que se había producido había sido el cuarto mayor. La tasa de variación fue negativa en diez comunidades y positiva en siete. De estas últimas destacó el incremento del 100% en Valencia y el 55% en Cantabria.

La clasificación por comunidades de las empresas que más subvenciones recibieron está encabezada por las sociedades madrileñas, que en 2015 lograron 407 millones. Fue una cifra muy inferior al promedio del periodo comprendido entre 2008-2014 (751 millones). El segundo lugar fue para Cataluña. Su tejido empresarial recibió 264 millones, importe que también se redujo si se compara con su promedio, que fue de 402 millones. El tercer puesto fue para Andalucía. Las empresas de esta comunidad recibieron 254 millones en forma de subvenciones y ayudas mientras que el promedio de los últimos años había sido de 402 millones. En cuarto lugar aparece Valencia, que consiguió 225 millones, mientras que de media había tenido una cifra algo superior, 249 millones. Entre estas cuatro comunidades coparon el 50% de la financiación otorgada por los entes públicos, algo normal ya que en estas comunidades se concentra la mayor parte del tejido empresarial español.

Si se compara la subvención percibida respecto a su producción interior, el tejido producto de Castilla y León obtuvo un 0,45% de financiación. En segundo lugar aparece Cantabria, con un 0,35%. Las comunidades que menor financiación lograron respecto a su producción bruta fueron Baleares, con 0,02% y Navarra, con 0,12%. Galicia ocupó la décima posición con el 0,23% de su PIB.

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