Una veintena de emigrantes retornados, convocados por la Plataforma de Emigrantes Retornados de Santiago, se concentraron de nuevo ayer frente a la Delegación de Hacienda en la capital gallega para exigir la retirada de las sanciones impuestas por declarar en otros países. El portavoz de la plataforma, Manuel Rodríguez, estima que en Galicia hay 250.000 afectados, aunque "desde Hacienda se niegan a dar información y cifras concretas". En la comunidad gallega existen siete plataformas como la de Santiago y 32 a nivel nacional. Todas expusieron su problemática ante las instituciones e incluso elevaron sus protestas a la UE.

La plataforma denuncia que, tras ofrecerles una regularización en 2012, Hacienda les impuso igualmente sanciones, "que a efectos prácticos es lo mismo que tributar dos veces". Los emigrantes retornados han denunciado también "la impasibilidad de la Xunta", que los defiende en Madrid y esperan que la oposición cumpla su promesa de llevar las reivindicaciones al Parlamento. "Somos mayores, pero seguiremos protestando para defender lo que nos hemos ganado porque no somos delincuentes", destaca Rodríguez, que entiende que "se nos persigue a nosotros y no a los grandes defraudadores".

Esta plataforma exige la derogación inmediata de la ley 35/2006 del IRPF, que señalan como "la culpable de esta situación que estamos viviendo" porque les obliga a declarar sus ingresos desde 11.000 euros y no de 22.000 como están obligadas el resto de personas físicas. La ley tiene carácter retroactivo, lo que implica que los que no hayan declarado sus pensiones desde la aplicación de la misma, se enfrentan a multas altas por la Agencia Tributaria. Por el momento, su petición para que se derogue dicha ley no ha sido aprobada ni en el Parlamento de Galicia ni en el Congreso de los Diputados.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha obligado a la Agencia Tributaria a devolver las cantidades cobradas indebidamente a los pensionistas por declarar en España sus pensiones. La plataforma espera que las otras reclamaciones ya presentadas continúen el mismo camino.