Más de 94.000 niños utilizan a diario el autobús público en Galicia para ir al colegio y volver a casa. Aunque se trata de un medio de transporte seguro -las estadísticas del año pasado así lo reflejan, ya que no se produjo ningún accidente mortal con este tipo de vehículos-, la vulnerabilidad de sus pasajeros y el tipo de vías por las que circula -en su mayoría carreteras secundarias- hacen necesario una especial vigilancia para garantizar una conducción segura. Para controlar el estado en el que circulan estos autobuses y sus conductores, la DGT puso en marcha la semana pasada una campaña especial en la que inspeccionó un total de 299 vehículos de transporte escolar en la comunidad, de los que un total de 89 fueron denunciados. O lo que es lo mismo, el 30% de los autobuses controlados continuaron su trayecto con al menos una multa.

Pero algunos conductores se fueron para casa con más de una multa, ya que fueron denunciados por varias infracciones. En total 129 expedientes sancionadores abiertos por las patrullas de la Guardia Civil de Galicia en tan solo una semana -entre el lunes 16 y el viernes 20-, según datos facilitados por la Jefatura de Tráfico de A Coruña.

Más de las mitad de las denuncias interpuestas durante el operativo especial de la semana pasada fueron por carecer de la autorización especial de transporte escolar por parte de la Xunta -un total de 73, lo que supone el 56% de las tramitadas en toda la campaña-. Bien por la antigüedad de los vehículos o por no cumplir algún requisito legal la empresa o bien por olvidarse de la renovación o no haberla solicitado.

Le sigue en el ranking de sanciones las deficiencias detectadas en las puertas de servicio y emergencia. Hasta un total de 14 denuncias -casi un 11% del total-. Por viajar sin cinturón de seguridad, fueron multados dos conductores (ambos en la provincia de Lugo- y otros tres autobuses (también en Lugo) fueron interceptados sin seguro de responsabilidad ilimitada. Las 34 denuncias restantes fueron por otras infracciones vigiladas durante la campaña (condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo, los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor o el uso de aparatos que supongan distracción alguna).

Sin alcohol ni drogas

Por exceso de velocidad, presencia de alcohol o drogas o la ITV caducada no fue interpuesta denuncia alguna en la campaña desarrollada la semana pasada.

Por provincias, Ourense es la que concentra la mayor tasa de infracciones en transporte escolar. El 43% de los 58 autobuses controlados -un total de 25- fueron denunciados. Cada vehículo inspeccionado abandonó el lugar con una única denuncia. En el resto de provincias, varios conductores se fueron del control con varias multas por la falta de documentación, fallos técnicos del vehículo o infracciones viarias del conductor.

En el extremo opuesto de la lista está Pontevedra, la provincia gallega con el índice más bajo de denuncias: cuatro sanciones en los 63 vehículos inspeccionados, lo que supone poco más del 6,3%.

A Coruña A Coruñaestá en el segundo puesto de la tabla gallega, con un 35,7% de los vehículos controlados denunciados -25 de un total de 70, aunque el número de sanciones formuladas se eleva a 37-. Y le sigue en la lista Lugo, donde fueron sorprendido 35 conductores de los 108 autobuses inspeccionados (32,4% del total en la provincia), aunque el balance de denuncias alcanza las 59 (casi el 46% de todas las interpuestas en la comunidad).

En el conjunto del país, los autobuses escolares se vieron implicados en el año 2015 -último año del hay datos disponibles en el DGT- en un total de 27 accidentes (14 en vías interurbanas y 13 en urbanas), en los que no se registraron víctimas mortales, aunque 9 ocupantes resultaron heridos. Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad y lesividad de los vehículos dedicados al transporte escolar la gran mayoría de los siniestros ocurre en vías convencionales (el año pasado el 65% ocurrieron en este tipo de vías). El tipo de siniestro más frecuente es la colisión frontolateral. La distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores más frecuentes detrás de un accidente con un autobús escolar implicado.