Recordando brevemente, la nueva Línea de Alta Velocidad (LAV) Olmedo-Zamora-Ourense-Santiago se proyectó en el año 2003 para ser construida en su totalidad con ancho internacional (1,435m), que es por el único que pueden transitar los trenes de alta velocidad españoles (AVE), frente al ancho ibérico convencional (1,668m) de las líneas existentes en la antigua Renfe. A medida que avanzan las obras de nuestra LAV los trenes se ven obligados a pasar por un cambiador de ancho donde confluyen la vía antigua y la nueva. Desde que, en febrero de 2016, los trenes Alvia que conectan Madrid con Galicia empezaron a utilizar la LAV entre Olmedo y Zamora, pasan por el cambiador situado a la salida de Zamora en dirección a Galicia, para continuar su marcha por la vía convencional existente desde 1957.

Pese a este diseño final con vía de ancho internacional, que también tendrá la LAV entre Ourense y Santiago, en el año 2010 se decidió por el Ministerio de Fomento, que esta LAV tendría temporalmente ancho ibérico y se le dotó de traviesas polivalentes, que permitirán en su día cambiar la posición de los carriles y colocarlos a la distancia propia del ancho internacional. Es decir, hoy permiten circular trenes de ancho ibérico, y en el futuro permitirán circular a los verdaderos AVE en ancho internacional. En uno u otro ancho, pero nunca permitirán el paso simultáneo de trenes que tengan anchos diferentes. Esto se decidió así para evitar dos cambiadores de ancho, uno en Ourense y otro en Santiago, para que los trenes que proceden de Zamora pudiesen llegar hasta A Coruña o Vigo vía Eje Atlántico, que fue construido también en ancho ibérico.

La situación actual, por tanto, es que Galicia dispone de todas sus líneas dotadas de ancho ibérico. Pero en el futuro la situación debería cambiar, pues los trenes AVE, como hemos anticipado, solo pueden circular por vías de ancho internacional.

Tras la apertura en 2018 de un nuevo tramo de 114 kilómetros de LAV entre Zamora y Sanabria, que reducirá nuestros viajes en unos 35 minutos, los trenes pasarán entonces por el cambiador que Fomento/Adif construye ya en Lobeznos (Pedralba-Sanabria), punto de conexión de la nueva línea y de la convencional actual, desapareciendo la maniobra actual de cambio de ancho en Zamora.

¿Cuál será el siguiente hito en la construcción de la LAV que procede de la Meseta? Si nada se tuerce y Fomento dedica su esfuerzo técnico e inversor a la LAV de Galicia en éste y los próximos tres años, sucederá que nuestra LAV con ancho internacional se hallará a las puertas de Taboadela, a tan solo 14 kilómetro de la estación de Ourense por la vía convencional.

En las varias reuniones y declaraciones que han tenido lugar en los dos últimos meses, el Ministro de Fomento nunca ha planteado realizar antes de 2020 el cambio de ancho de la Red de AV de Galicia, por lo cual queda patente que Fomento no desea añadir a la fuerte inversión de las obras de nuestra LAV entre Zamora y Ourense, otra obra compleja y costosa como es cambiar el ancho de la Red interior de Galicia, sobre todo el Eje Atlántico.

Expliquémoslo: Para que los trenes AVE pudiesen llegar en 2020 a Coruña y a Vigo, utilizando la LAV de Ourense a Santiago se precisa haber realizado con anterioridad el cambio de ancho de las vías del Eje Atlántico desde Santiago hacia Coruña y hacia Vigo. ¿Algún problema para ello?. Cuatro, alguno de los cuales muy serio y gravoso.

Primero, ante la imposibilidad de utilizar la Variante de 17 km proyectada para alcanzar Ourense desde Taboadela por un trazado de AV y que Fomento todavía no ha empezado a construir, será preciso modificar la línea convencional actual, no apta para velocidades superiores a los 100 km/h, electrificándola e implantando vía Mixta con triple carril lo que podría obligar a desviar durante meses los trenes Alvia de Galicia por Monforte y León, volviendo a los tiempos del ferrocarril de las 8 ó 9 horas para alcanzar Madrid?

Segundo, se precisa modificar toda la Estación de Ourense para adaptarla a la simultaneidad de uso de los trenes de AV y de ancho convencional, tanto de viajeros como mercancías, para dar servicio a las líneas de Vigo, Lugo, León, Cataluña, País Vasco?

Tercero, ya hemos dicho que la LAV de Ourense a Santiago quedó preparada para ese cambio de ancho, aunque tendrá un coste de unos 25 millones y pequeños problemas de explotación mientras se realice el cambio y

Cuarto: la madre del cordero se halla en cambiar el ancho a los 155 kilómetros que integran el Eje Atlántico, línea recientemente inaugurada, en la que un evidente fallo de planificación de Fomento, no fue construida en su mayor parte para poder atender la simultaneidad de tráficos de ancho Ibérico e internacional. La operación de instalar, en al menos una de las dos vías existentes, una de tipo mixto, que permite colocar tres carriles y servir indistintamente para los trenes de cualquier tipo va a resultar muy compleja y muy cara, ya que será preciso levantar al menos un 75 % de las traviesas y los carriles y reconstruirla luego con traviesas mixtas de tres hilos. Todo ello bajo el intenso tráfico de viajeros y sin cortar los mercantes que abastecen de carbón a la térmica de Meirama y el transporte del 75 % de las basuras de Galicia, que se encaminan a Sogama, además de las mercancías de los puertos de la costa atlántica.

El coste de estas cuatro actuaciones no baja de los 250 millones, molestias e imprevistos aparte. Con este panorama, Fomento no tiene la intención de cambiar el ancho de la Red Interna de Galicia hasta que se complete la Variante de Ourense, con lo que demora el gasto de la operación, evita problemas a los trenes actuales y se ahorra la adecuación de la línea convencional de Ourense a Taboadela, con la simple instalación de un Cambiador de ancho, ya previsto en esta última población. ¿Consecuencia? Que el AVE no llegará a Galicia en 2020, y seguiremos utilizando los actuales Alvia, eso sí con una reducción de una hora y media respecto de los tiempos actuales.