Nunca han pisado una autoescuela, pero llevan años al volante. Otros que han agotado su saldo de puntos o a los que el juez ha ordenado la retirada del permiso por delinquir en carretera se resisten a dejar el vehículo en casa. Ni las multas ni la pena de prisión disuaden a los conductores que pese a carecer de carné circulan a diario por las carreteras gallegas. El año pasado casi 1.800 los automovilistas en la comunidad fueron llevados a juicio por conducir sin permiso, cerca del 80% de las provincias de A Coruña (684) y Pontevedra (674).

En el caso de Lugo y Ourense, las cifras son muy inferiores: 182 y 219, respectivamente.

Desde la reforma penal de 2007, ponerse al volante sin permiso dejó de ser una falta administrativa y pasó a convertirse en delito. El grupo de conductores que circulan pese a no tener carné está formado mayoritariamente por personas procedentes de poblaciones marginales que nunca han ido a una autoescuela. Pero también están aquellos que han intentado en varias ocasiones hacerse con el permiso de conducir pero que por dificultades de formación cultural no lo han logrado.

A estos perfiles se suman los conductores que tienen carné pero que han agotado todos sus puntos o les ha sido retirado el permiso por orden judicial.