Galicia ejecutó el año pasado 1.534 nuevas edificaciones de las que 890 son de carácter residencial, es decir, el 60%. En la provincia coruñesa siete de cada diez construcciones corresponden a viviendas con 441 respecto al total de 571. Tanto en Pontevedra como en Ourense este porcentaje baja al 67% con 100 residencias en Ourense de 151 edificaciones y 236 en Pontevedra. Destaca el caso de Lugo, donde solo la cuarta parte de la obra nueva corresponden a hogares, con apenas 113 de las 461 construcciones.

Aunque en algunos ayuntamientos la actividad inmobiliaria se estancó, a nivel general, las licencias de obra nueva aumentaron el año pasado en un 20% al pasar de 1.165 a 1.394. El mayor incremento se dio en Lugo, con un repunte del 71%, de 371 a 217. Y en A Coruña se concedieron un 14% más de licencias hasta alcanzar las 546, el 40% del total. En Ourense y Pontevedra la actividad no varió mucho respecto al ejercicio anterior con 143 permisos en la provincia ourensana -cuatro más que en 2015- y 334 en la pontevedresa, apenas cinco más por encima de los concedidos un año antes.

En cuanto a las viviendas de nueva planta, Galicia cerró 2016 con un 6% más de inmuebles gracas al repunte en A Coruña con 162 edificaciones más y a las 78 de Lugo, que suponen un auge el 38% y el 56% respectivamente. También creció la cifra de los edificios de obra nueva en Ourense con una docena más. La subida a nivel gallego es baja debido a la caída de viviendas de nueva planta en Pontevedra. Según las estadísticas del Instituto Galego de Estatística, las 287 viviendas contabilizadas en 2016 son 182 menos que el ejercicio anterior, lo que supone un descenso de casi el 40%.