El exalcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, los exediles Áurea Soto y Fernando Varela, y el exdirector xeral Xosé Carballido han sido inhabilitados siete años para cargo público por cometer un delito de prevaricación. La juez Susana Pazos los considera culpables de encadenar contratos "a dedo" de cinco profesionales externos al Concello, generando "un perjuicio al erario público" y a pesar de las advertencias de la Intervención municipal. Los profesionales, la mayoría arquitectos, acabaron formando parte de la plantilla del consistorio, riesgo del que alertaron precisamente los funcionarios municipales.

La sentencia no es firme, pero entierra la carrera política de Rodríguez, que dimitió del cargo en septiembre de 2012 tras ser imputado en el caso Pokemon, que investiga una macrotrama de corrupción. Quedan exonerados, sin embargo, dos de los expolíticos que también se sentaron en el banquillo. Se trata de los nacionalistas Iolanda Pérez y Xosé Somoza, obligados dimitir tras su imputación. En aquel momento, la primera formaba parte de la cúpula de Anova.

La juez considera probado que el exalcalde y los otros tres condenados prorrogaron las asistencias técnicas de cinco profesionales externos "pese a conocer que se actuaba contra la normativa existente, ya que estaban prestando servicios periódicos y repetitivos que suponían un gasto sucesivo", establece el fallo, que añade que se producía una "cesión ilegal de trabajadores".