El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó ayer que el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos es "válido" pero considera que no es aplicable sobre las aguas que corresponden al Sáhara Occidental. En una sentencia que el sector pesquero calificó como "ambigua", Luxemburgo deja "en el limbo" uno de los tres pactos que utilizan los 17 buques cefalopoderos gallegos. La flota arrastrera que trabaja en África con estos acuerdos captura merluza -tras las restricciones a la pesca de pulpo en Mauritania y Marruecos- y otras especies demersales. De no poder seguir en aguas del Sáhara, se quedará con tan solo ocho licencias que, sumadas a las cuatro privadas firmadas con Angola, llevarán a cinco barcos a quedarse sin opción alguna, con un centenar de marineros a bordo.

La Secretaría General de Pesca convocó una reunión de urgencia para tratar el tema mañana, mientras que tanto la UE como la Administración marroquí intentaron poner calma a la situación. La "incertidumbre" rodea al sector. "Hay conceptos muy indeterminados [en la sentencia]", señaló el gerente de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), Juan Martín Fragueiro, que aseguró desconocer si los barcos podrán seguir con la actividad en la zona o no.

El Ministro de Agricultura marroquí, Aziz Ajanuch, indicó ayer poco después de conocer la resolución que la pesca continuará hasta el fin del periodo previsto por el pacto, el 14 de julio. Según Ajanuch, las coordenadas geográficas en las que debe aplicarse el acuerdo pesquero no están "suficientemente definidas" para integrar a las áreas del sur y la sentencia "no cuestiona" la capacidad de Marruecos de negociar un acuerdo. La alta representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del país magrebí, Nasser Bourita, garantizaron su voluntad para tratar la renovación del pacto pesquero.

La importancia del acuerdo

"¿Podemos seguir pescando en base a nuestra categoría, la cuatro? No podemos contestar todavía, no lo sabemos", aseguró Fragueiro. La flota de Anacef cuenta en el actual acuerdo con cinco licencias para pescar en las aguas correspondientes al Sáhara Occidental. El año pasado se usaron todos los permisos con el puerto de Dakhla, al sur, como referencia y pese a las vedas -de abril a mayo y del 15 agosto al 15 septiembre- y la profundidad mínima de pesca -200 metros-, condiciones que los negociadores intentan mejorar de cara al nuevo pacto.

Las limitaciones impiden que el de Marruecos sea el caladero de referencia para la flota, pero tras expirar el acuerdo pesquero con Guinea-Bisáu el pasado noviembre -llegó a incluir a 15 barcos y ahora está en negociaciones- la flota precisa opciones para todo el año. Ahora mismo, solo Mauritania ofrece seis licencias y Senegal otras dos. La situación llevó a algunos barcos a amarrar a la espera de un destino, bien sea privado o no.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca), por su parte, señaló "la incertidumbre" que deja la resolución del TJUE y su secretario general, Javier Garat, recordó que "alrededor del 94% de las capturas de la flota europea" se realizan en aguas del Sáhara. La contrapartida económica de la UE para este acuerdo es de 40 millones de euros y en España es la flota andaluza la que más lo utiliza, al norte.

Además de los españoles, los buques pelágicos del norte de Europa capturan alrededor de 80.000 toneladas -Marruecos tiene una cuota de 1.200 millones de toneladas para estas especies- principalmente en esa zona, con lo que nutren a la industria local, que exporta casi todo lo que elabora sobre todo a la propia Unión Europea.