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La Policía Autonómica achaca los fuegos de octubre a "un cóctel meteorológico perfecto"

La investigación atribuye la propagación de las llamas a la combinación de fuertes vientos, altas temperaturas y la sequía sin mencionar la trama incendiaria de la Xunta

La Policía Autonómica achaca los fuegos de octubre a "un cóctel meteorológico perfecto"brais lorenzo

Más de 352 incendios se iniciarion de forma simultánea el pasado 15 de octubre en Galicia, una ola de fuegos que causó cuatro fallecidos y arrasó más de 49.000 hectáreas. Ante esta situación, la Xunta defendió la existencia de grupos organizados y denunció el ataque del "terrorismo incendiario". Pero la Fiscalía Superior de Galicia en las conclusiones de su investigación abierta sobre el caso y que presentó el mes pasado descartó tramas organizadas como apuntaba el Gobierno gallego y achacó el descontrol de las llamas a la sequía y el viento. En la misma línea va el informe de la Policía Autonómica sobre los 97 fuegos de esos días que investigó -nueve en A Coruña, 15 en Lugo, 51 en Ourense y 22 en Pontevedra- y que ayer envió a la comisión de incendios del Parlamento gallego. Los fuertes vientos que desplazaron las brasas hasta cinco kilómetros, las altas temperaturas y la sequía formaron, según el cuerpo de seguridad, "un cóctel meteorológico perfecto" que provocó la tragedia.

En su documento, los agentes hacen referencia al tiempo y a otras causas "ecológicas y sociales" pero no analizan cuestiones relacionadas sobre incendiarios, por lo que no mencionan la explicación del Gobierno gallego aludiendo a la tesis terrorista. El informe solo hace una única referencia a la intencionalidad de los incendios para apuntar que con la llegada del otoño aumentan los casos en los que detrás de los fuegos está la mano del hombre "tanto para recuperar zonas de pasto como por la coincidencia del final de la campaña de extinción". Pero aclaran que no es habitual en estos casos "la virulencia, magnitud y rápida propagación de las llamas" como sucedió en el segundo fin de semana de octubre.

En esta línea, la Policía Autonómica llama la atención sobre que el abandono del rural en los últimos años provocó que esas áreas carezcan de una gestión forestal preventiva. Además, hace referencia al aumento de urbanizaciones aisladas de los núcleos urbanos y delimitadas por montes, que "dificultan mucho las tareas de extinción". La despoblación del rural gallego y el abandono de los espacios forestales son, de hecho, dos de los factores que, en su opinión, más ligados están a los fuegos de hoy en día. Desde el cuerpo de seguridad destacan también el envejecimiento de las personas que se quedan vivir en el campo, lo que contribuye a que se dejen de realizar las actividades agrícolas tradicionales.

En la ola incendios de octubre, sin embargo, achacan como principales causas las elevadas temperaturas y el ambiente seco que facilitaron la propagación de las llamas. La sequía que arrastraba la comunidad durante meses provocó "la deshidratación de plantas", que tal y como se recoge en el texto, da lugar a la emisión de etileno, un compuesto químico "muy inflamable" que "multiplica el riesgo de incendios en la zona". Al avance de las llamas también contribuyó -añaden- los vientos que, por ejemplo en Vigo, superaron los 80 kilómetros por hora. De hecho, explican que cuando las ráfagas llegan a 36 km/h el fuego se propaga "a dos kilómetros por hora".

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