En apenas diez días entra en vigor la nueva normativa de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV), que obligará a las estaciones a dotarse de nuevos dispositivos para someter a los vehículos a unos exámenes más exhaustivos y amenaza con disparar el número de suspensos.

Las estaciones tendrán que realizar inversiones para hacerse con unos dispositivos que permitan adentrarse en el cerebro del vehículo y realizar una inspección electrónica de los elementos de seguridad y anticontaminación de los vehículos y cuyo impacto sobre el número de suspensos "se va a notar y bastante", avanza José Manuel Rodríguez, secretario general de la Asociación Autónoma de Empresarios de Talleres de Reparaciones de Vehículos de Pontevedra (Atra), que estima que la cifra de aprobados a la primera en las ITV se reducirá en la comunidad, de manera previsible, por debajo del 73,7% con el que cerró el año 2016.

La normativa, impulsada desde Bruselas, prevé un calendario de implantación en varias fases. En concreto, concede un año de plazo a las estaciones para adecuar de manera completa sus instalaciones a estos nuevos requerimientos, pero ya desde este 20 de mayo será posible someter los vehículos Euro 5 (fabricados después de septiembre de 2009) y Euro 6 (posteriores al año 2014) a las inspecciones de emisiones contaminantes, pero solo de manera voluntaria. "Serían a título informativo en un principio", aclara el secretario general de Atra, pero a partir de ese mes, el cerco se estrechará y la detección de algún tipo de anomalía pasaría a implicar un suspenso en la inspección.

El escándalo del Dieselgate, en el que se destapó que Volkswagen instalaba un software en los vehículos que manipulaba sus datos de emisiones contaminantes cuando detectaba que estaban siendo sometidos a este tipo de pruebas, está muy presente en la norma.

Los exámenes a los vehículos incluirán chequeos a la electrónica del vehículo, que permitirán conectarse a la OBD —la centralita del vehículo— para detectar la existencia de algún dispositivo que manipule las emisiones del motor o del filtro de partículas. Además, endurecerá el control de otro elementos controlados electrónicamente, como los airbag, el control electrónico de estabilidad (ESP) o los ABS, aunque la fecha exacta de su puesta en marcha todavía no está sobre la mesa. "Estos elementos no serán comprobados hasta que la administración lo disponga en el citado Manual de ITV", aclara el secretario general de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), que recalca que el plazo para su publicación está abierto hasta el 20 de mayo de 2019. Lo que sí se hará notar con efecto inmediato es la aplicación del resto de medidas, con las que se busca homogeneizar las condiciones en los distintos países miembros.