Los tres grupos de la oposición en el Parlamento gallego criticaron el anuncio del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre la construcción de un nuevo edificio en la Cidade da Cultura que, con un coste de 17 millones de euros, albergará el nuevo Consorcio Interuniversitario de Galicia y la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia, además del futuro Centro Europeo de Investigación en Paisaxes Culturais. Solo salió en su defensa el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, que calificó de "muy razonable" este proyecto.

La portavoz del BNG, Ana Pontón, aseguró que Galicia no está "para seguir enterrando 17 millones" de euros en la Cidade da Cultura y recordó que en el Parlamento gallego se alcanzó un acuerdo para paralizar las obras en este complejo. Por ello, criticó que la Xunta "incumpla" este acuerdo para "seguir dilapidando 17 millones más en terminar el mausoleo de Fraga".

Tras la líder del Bloque, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, mostró su "preocupación" por "el nivel de opacidad" de este proyecto y considera necesario saber si el dinero que se invertirá "tiene justificación". "Estos 17 millones serían una cantidad importante para sumar a la financiación de la investigación", explicó.

Por su parte, el viceportavoz de En Marea, Antón Sánchez, incidió en que este complejo es "el emblema de una época de despilfarro" mientras los gobiernos del PP "recortaban ayudas a la cultura". "No hemos escuchado, por ahora, argumentos suficientes que justifiquen que se vuelva por ese camino. Creemos que debe haber otras prioridades", zanjó.

Ante estas críticas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió que el nuevo edificio consolidará el Gaiás como el "polo digital de Galicia" y justifica que también se ubican allí el Centro de Proceso de Datos Integral de la administración y la sede de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica y 400 empleados si se tienen en cuenta los de empresas que colaboran en iniciativas de la Axenda Dixital de Galicia 2020.