Más de 2.000 pruebas diarias de alcohol y drogas en las carreteras gallegas. La DGT pone en marcha desde hoy y hasta el próximo domingo una campaña especial para frenar las negras estadísticas de consumo al volante, que en los últimos años han colocado a Galicia como la segunda comunidad con más positivos por alcohol y la tercera con más sanciones por consumo de cannabis o cocaína, entre otros sustancias. Los datos hablan por sí solos: ponerse al volante con una copa de más o tras haber consumido algún estupefaciente está detrás de uno de cada tres accidentes mortales.

Este dispositivo de control prestará especial atención a los conductores de furgonetas de reparto debido al incremento de los accidentes en los que se ha visto implicado este tipo de vehículos durante los últimos meses, según advierten desde Tráfico.

Con el objetivo de disuadir el consumo de alcohol o drogas durante la conducción en todo tipo de vías, la DGT invita a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes a sumarse a la campaña, con la puesta en marcha de controles en sus respectivos cascos urbanos.

Solo el año pasado en la comunidad gallega fueron interceptados por las patrullas de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico un total de 10.216 conductores bajo los efectos del alcohol -una media de 28 cada día- y 4.977 dieron positivo en los narcotest -trece en un día-.

Tolerancia al consumo

Una encuesta de la Fundación Mapfre sobre conducción y drogas revela que la tolerancia al binomio consumo-conducción es muy alta, sobre todo entre jóvenes. A pesar de considerar las drogas como un factor de riesgo, dos de cada tres jóvenes reconocen haber viajado con un conductor bebido; y uno de cada tres con uno que había consumido porros. Además, el consumo de alcohol ha cambiado paulatinamente. Según los expertos se ha pasado de un consumo social a uno más compulsivo: el comportamiento que se denomina atracón ha crecido desde 2015 y afecta hasta el 35% de los jóvenes de entre 20 y 30 años.

Conducir por encima de la tasa de alcohol legal multiplica por cinco el riesgo de accidente; y por más de 100 cuando se sobrepasa el límite penal. Mientras, las drogas multiplican el riesgo entre dos y siete veces con respecto a los conductores no consumidores.