Cobre San Rafael, la promotora de la mina de Touro-O Pino, acusa a los colectivos que se oponen al proyecto de generar "una alarma infundada" a través de "argumentos sin base técnica", al tiempo que defiende que la explotación cuenta con "garantías" de control y seguridad para la "no afección a las aguas y al medio natural".

Mientras millares de personas protestaban en Santiago contra la reapertura de la mina, Cobre San Rafael emitió un comunicado en el que reiteraba "su ofrecimiento de diálogo y transparencia" a los detractores y que, según la compañía, "han declinado reunirse con los expertos del proyecto".

Tras reconocer "las dificultades para trasladar un mensaje de confianza a una parte de la población que rechaza la minería en Galicia", la compañía defiende que la actividad minera es "hoy altamente cualificada y sostenible", así como "fundamental para un futuro basado en las energías renovables".

A las plataformas sociales y partidos políticos que se oponen a la "reactivación" de la mina, les reprocha que utilicen "argumentos técnicos o científicos inconsistentes, cuando no falsos e injuriosos". "Cobre San Rafael quiere insistir en que las propuestas técnicas y las medidas de control y seguridad ambiental de su proyecto son garantía de no afección a las aguas y al medio natural", apunta.

"Minería moderna y limpia"

"Como gallegos nos negamos a admitir que no seamos capaces de hacer la misma minería moderna que se lleva a cabo en países como Suecia o Finlandia. Creemos que la minería moderna y limpia tiene mucho que aportar a nuestra tierra, y somos parte de la solución a algunos de los problemas sociales y económicos que tiene el rural, como la despoblación y la falta de expectativas", recoge la compañía en su comunicado.

Cobre San Rafael defiende que es "falso" que se trate de "una megamina" sino de "un proyecto pequeño" pues, sostiene, "la concesión tiene solo siete kilómetros cuadrados de los cuales cinco son ya mina histórica". Niega que afecte al Camino de Santiago o que "habrá circulación constante de maquinaria pesada y voladuras regulares". Incide en que el sector agroganadero de la comarca no se verá afectado porque "se trata de reactivar la producción de cobre en una mina ya activa para la producción de áridos". También desmiente que se vayan a emplear "compuestos tóxicos y peligrosos" o que el proyecto pueda verter aguas contaminadas al Ulla.