La radiografía de los hogares gallegos gana año tras año más bastones y pierde biberones. Galicia, que suma ya tres décadas con pérdida de población, es la segunda comunidad más envejecida -por detrás de Asturias- y ya tiene casi el doble de fallecimientos que de nacimientos. Uno de cada cuatro habitantes que ya supera los 65 años y en el 80% de los hogares en la comunidad no tiene ningún menor de 16 años entre sus miembros. En la actualidad ya hay 154 jubilados en Galicia por cada 100 menores de 20 años, casi el doble que hace dos décadas. La crisis económica, la emigración a otras comunidades y al extranjeros, la caída de la natalidad y el abandono del rural han llevado a Galicia a un punto sin retorno hacia el desierto demográfico. Ni los incentivos fiscales ni los planes de conciliación han logrado revertir la tasa de nacimientos (7,02 por cada mil habitantes) frente al índice de defunciones (11,7).