La multitudinaria manifestación que recorrió el pasado domingo las calles de Santiago para reclamar a la Xunta que prohíba el proyecto minero de Touro-O Pino tuvo eco ayer en el Parlamento gallego, donde los grupos de la oposición pidieron al Gobierno gallego que escuche "el clamor" contra la mina.

Los portavoces de la oposición -En Marea, PSdeG y BNG- reclamaron a la Xunta que "tome nota" de las demandas ciudadanas y no autorice el proyecto, mientras que el PP apostó por mandar un mensaje de "tranquilidad" frente al alarmismo generado.

Según la oposición, este proyecto es una iniciativa que, de salir adelante, pondría en peligro el entorno ambiental de estos municipios y sus medios de trabajo, además de que provocaría unos daños que llegarían a la ría de Arousa.

Los dirigentes de la oposición pusieron el foco en la cantidad de gente que respaldó el domingo la manifestación contra este proyecto, en la que participaron varios miles de personas que reclamaron la paralización del proyecto.

Luís Villares (En Marea) consideró que la multitudinaria protesta acreditó que "la gente no quiere que se juegue con su vida, ni con su agua, ni con su pan". Villares avanzó que su formación no permitirá que Feijóo "envenene" a los gallegos, por lo que advirtió de que "si el PP no para la mina, la mina parará al PP".

En la misma línea, Ana Pontón (BNG) destacó una movilización que "aglutinó un número importantísimo" de personas diferentes pero "unidas por un objetivo común" sabiendo que "ese proyecto de mina no construye, destruye".

Según la nacionalista es "una bomba ambiental" que "pone en peligro miles de empleos" por lo que la única decisión "sensata" es que la Xunta responda "al clamor ciudadano diciendo que va a echar atrás el proyecto de megaminería".

El portavoz del PSdeG en O Hórreo, Xoaquín Fernández Leiceaga, incidió en la "sensibilidad" de la ciudadanía que, "por encima de todo", quiere que se respete la calidad de las aguas de la comarca.

Si esta calidad no se garantiza, el socialista confía en que la Consellería de Medio Ambiente emita un informe "negativo" a la apertura de la mina.

Sin embargo, la viceportavoz del PP en el Parlamento gallego, Paula Prado, insistió en que el Gobierno será "lo más estricto posible en el cumplimiento de las distintas normativas" y por ello apeló a la tranquilidad frente al "alarmismo" que se "pretende difundir".

"La Xunta seguirá actuando con la máxima transparencia" cumpliendo la legislación que, además en este tema, corresponde a una norma aprobada por el bipartito que formaron el PSdeG y el BNG, aseguró.