Los agentes forestales y medioambientales de Galicia, que dependen de la Consellería do Medio Rural y de la de Medio Ambiente, harán huelga los próximos 25 y 26 de julio, en plena campaña de alto riesgo de incendios forestales, para exigir que la Xunta llegue a un acuerdo de renovación de sus condiciones laborales, "caducas y obsoletas" -según denuncian- desde hace años.

Si a partir de entonces no han recibido un documento que vean aceptable (la propuesta por el momento la consideran "una verdadera tomadura de pelo"), convocarán una huelga de carácter indefinido a partir del 1 de agosto. De llevarse a cabo la huelga indefinida, la Xunta se quedaría sin directores de extinción, "puesto que los agentes forestales y medioambientales son los directores de extinción del 99% de los fuegos" que se producen en Galicia.

El colectivo tomó esta decisión en una asamblea celebrada ayer en la explanada de la estación de autobuses de Santiago, antes de manifestarse frente al complejo administrativo de San Caetano.

José Manuel Couselo (CIG) y Mónica Ramos (UGT) dirigieron este encuentro, en el que el primero dio traslado de la "oferta irrisoria" de la Dirección Xeral de Función Pública hasta el momento. "Es una verdadera tomadura de pelo", censuró.

Ante esta "falta total de respeto", y tras reivindicar mejoras laborales que afectan a las jornadas y a la conciliación, pero también al complemento específico (cifran la subida que reclaman en torno al 11%), los trabajadores acordaron comenzar con dos jornadas de paros, que se convertirán en indefinidas el 1 de agosto en caso de no llegar a un acuerdo satisfactorio para las partes.

También decidieron incrementar su presencia en actos oficiales y "propagandísticos" de la Administración, con la intención de aumentar la visibilidad de sus demandas.

En caso de llegar a la huelga, incidieron en que solo se atenderían los servicios mínimos y, en previsión de que sean elevados al estarse en alto riesgo, destacaron que prestarían atención a las emergencias: incendios forestales y vertidos.

La posibilidad de una huelga de bolis caídos también fue barajada por el colectivo de agentes forestales y medioambientales, que se encargan de redactar informes, tramitar expedientes sobre subvenciones y autorizar permisos de cortas, entre otros actos administrativos.

Sin embargo, optaron por estar amparados por la huelga indefinida para adoptar esta medida en la práctica, ante el riesgo de verse afectados por expedientes.