Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo mantendrán hoy en Madrid su primera reunión institucional en la que el presidente gallego pondrá sobre la mesa "punto por punto" las mismas demandas que trasladó al anterior inquilino de la Moncloa, Mariano Rajoy, y le demandará "solemnemente" que mantenga los compromisos adquiridos por su antecesor. "Lo que cambió fue el partido que apoya al Gobierno, pero no cambiaron los compromisos", indicó ayer Feijóo. La prioridad en la agenda es el calendario del AVE -la posible nueva fecha para su puesta en servicio-, en la que figuran también el traspaso a la comunidad de la autopista AP-9, la financiación autonómica o la implicación del Estado en la concesión de ayudas para los damnificados de la explosión pirotécnica de Tui.

"El Gobierno de España no tiene un compromiso en función del partido en que milita quien está al frente, tiene un compromiso con los pueblos. Lo único que vamos a pedir, recordar y refrescar son los compromisos del Gobierno de España con Galicia", manifestó el jefe del Ejecutivo gallego.

El encuentro está programado para las cinco de la tarde y Feijóo será el tercer presidente autonómico que reciba Pedro Sánchez desde que asumió el poder tras ganar la moción de censura. Antes que el fueron los titulares de los Ejecutivos de País Vasco y Cataluña.

Fuentes de la Xunta indicaron que la prioridad es la marcha de las obras del AVE tras las "preocupantes" declaraciones del ministro de Fomento, en las que primero anunció que iba a auditar el calendario de ejecución porque temía que no era real, para luego matizar que "de momento" se podrían mantener los plazos.

La última previsión oficial, del Gobierno de Rajoy, era que las obras de AVE entre Galicia y Madrid se concluirían en el último trimestre de 2019, para luego, en una fecha sin determinar en 2020, iniciar la explotación comercial. Feijóo pretende sacar un compromiso de Pedro Sánchez que elimine la incertidumbre y ponga negro sobre blanco los plazos reales del tren de alta velocidad.

También abordarán la financiación autonómica, si bien su negociación ha quedado aplazada sin fecha. Las demandas de Galicia, compartidas por otras comunidades -incluso del PSOE- son que el nuevo sistema recoja la dispersión territorial y el envejecimiento.

Pedirá también su colaboración en las ayudas para los afectados por la explosión pirotécnica de Tui y transferencia de la AP-9, petición que hasta ahora fue vetada en el Congreso por el Gobierno del PP.

La cita de ambos dirigentes se producirá después de que el Parlamento gallego se haya pronunciado por unanimidad y por tercera vez a favor del traspaso de la titularidad de la AP-9 y de que haya aprobado una iniciativa en la que insta al Gobierno central a emprender las acciones legales oportunas para recuperar para el patrimonio público el pazo de Meirás, en poder de los herederos de Franco.

La oposición, en todo caso, se apresuró ayer a censurar la actitud con la que Feijóo irá a la Moncloa. El portavoz de En Marea, Luís Villares, cargó contra su "actitud hipócrita", que ahora se pone "farruco" con el nuevo presidente del Gobierno después de años en los que fue "sumiso" con Rajoy. Según Villares, la reunión será para Núñez Feijóo un "querer y no poder" puesto que recordará que nunca podrá subir "las escaleras de la Moncloa" como presidente del Gobierno. "Es un Feijóo renovadamente cínico, corrupto e indolente", reprochó.

La líder del BNG, Ana Pontón, recomendó, por su parte, no emplear "los intereses" de Galicia como un "arma partidista" para "desgastar" al Partido Socialista en su reunión con el presidente del Gobierno.