El sistema de financiación autonómica, que determina cómo se distribuyen los recursos entre las 17 autonomías que asumen el 50% del gasto público estatal, caducó en 2014 y desde entonces está prorrogado. El Gobierno anterior del PP postergó la reforma y abrió un período de trabajos para abordarla esta legislatura, pero la moción de censura de junio tumbó sus planes. El Ejecutivo socialista retomará los trabajos técnicos sobre el tema, pero "difícilmente" podrá variar el sistema antes de 2020, fin de la legislatura, según reconoció ayer la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, quien asumió que "es muy necesario" y que suma cuatro años de retraso.

El asunto centró parte de la entrevista entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el presidente de la Xunta. Feijóo urgió su cambio. "Mi preocupación es que se guarde en un cajón durante toda la legislatura restante", expuso antes de pedir un cambio centrado en las necesidades de los ciudadanos. "No puede ser moneda de cambio de ninguna reivindicación identitaria, no es para 17 comunidades, sino para 47 millones de españoles. Bajo esos principios, que comparte la ministra, podemos hablar", añadió Feijóo en la sede del ministerio después de su encuentro con Montero.

Además, Feijóo reclamó una ayuda "modesta" del Gobierno central a la financiación del Año Santo 2021 mediante la cesión de una parte del 2% de los fondos de Sorteos y Loterías del Estado, al tiempo que mostró su satisfacción por el compromiso de que a finales de año llegue a los astilleros de Navantia en Fene la orden para construir las fragatas comprometidas.