A un año de las elecciones municipales, En Marea agranda su brecha interna con el proceso impulsado por Compostela Aberta para renovar la dirección, capitaneda por Luís Villares. El viceportavoz parlamentario de En Marea y portavoz nacional de Anova, Antón Sánchez, emplazó ayer a los integrantes del partido instrumental a seguir sumando en el proyecto en construcción de la unidad popular.

"No es el momento de cerrar el acordeón, sino de abrirlo", afirmó en una entrevista en la Cadena SER. "La clave del éxito será que consigamos sumar toda la pluralidad y que todo el mundo esté identificado con este proyecto que es En Marea", dijo.

En su opinión, si no se consigue ese objetivo, En Marea "no tendrá la potencia suficiente para ser la alternativa del PP", advirtió, si bien entiende que ese reto está al alcance porque la mayoría social popular tiene más cosas en común que diferencias.

Sánchez niega que la Mesa pola Confluencia, impulsada este verano a instancias del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, tenga como objetivo crear problemas. Más bien cree que hay que atender las reflexiones de las mareas municipales porque "si algún experimento o ensayo de unidad popular funcionó, fueron las mareas municipales que supieron integrar la máxima pluralidad en el campo de la izquierda de ruptura", opinó Sánchez.

Preguntado por la magnitud de los cambios que se hacen necesarios en este momento de reformulación de En Marea, indicó que "llegarán a donde decida colectivamente la gente", y sobre si esos cambios tienen que alcanzar al portavoz nacional, Luís Villares, sostiene que no se trata de nombres. "Nunca hablamos de nombres, nunca personificamos los problemas en nadie", señaló, pero, según apuntó, hay que huir de la autocomplacencia. "No hay que dramatizar con esto ni criminalizar el debate, mirar para otro lado cuando tú crees que hay cosas que mejorar, no es responsable", concluyó.