El PSdeG pretende aprovechar el viento de cola generado por la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez para impulsar a sus bases y conseguir el ambicioso objetivo marcado ayer por su secretario xeral, Gonzalo Caballero, que aspira a ser "la primera fuerza política" en las elecciones municipales de mayo, según apuntó ayer en la Cadena Ser. Antes, la formación deberá afrontar los procesos internos -en muchos casos con primarias- para elegir a sus cabezas de cartel, que deberán ser designados antes de que finalice el otoño, ampliando así el plazo de comunicarlos en verano tras el cambio de escenario que supuso la moción de censura estatal en junio. En las urbes los socialistas prevén afrontar una gran renovación, tras el regreso de Sánchez a Ferraz el año pasado y la elección de Caballero como líder gallego, con las excepciones de Vigo y Lugo, donde gobierna y donde repetirán Abel Caballero y Lara Méndez.

Conseguir esa meta supone un desafío a tenor de los datos, pues en las municipales de 2015 el PSdeG obtuvo 138.000 votos menos que el PP y pasó de segunda a tercera fuerza en A Coruña, Santiago, Ferrol y Ourense, viendo cómo en las tres primeras las mareas debutaron consiguiendo las Alcaldías con su propio apoyo y desplazándolo como referencia de la izquierda. Eso sí, minimizó daños y mantuvo Lugo, triunfó en Vigo -única mayoría absoluta urbana- y obtuvo las diputaciones de A Coruña, Pontevedra y Lugo.

Para impulsar a la formación, los socialistas abren hoy el curso político con la presencia en Galicia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, contraprogramando así la visita del líder del PP, Pablo Casado, a Cotobade. Calvo presidirá al mediodía en Santiago el acto Encuentro socialista, con presencia de la plana mayor del PSdeG y en el que intervendrán Gonzalo Caballo y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero. Luego acudirá a otro evento en Oroso con 600 militantes.