Un terremoto con epicentro en el océano Atlántico, a unos 200 kilómetros frente a Coímbra (Portugal) se dejó sentir ayer a primera hora de la mañana en varios puntos del litoral gallego. El seísmo se registró a las 08.12 hora española y tuvo una magnitud de 4,9. El epicentro se localizó a 30 kilómetros de profundidad frente a la costa de Figueira da Foz, a unos 250 kilómetros al sur de Tui. A pesar de la distancia el temblor llegó a sentirse en parte de Galicia, sobre todo en la provincia de Pontevedra y también en la costa de A Coruña.

Según informan desde el Instituto Geográfico Nacional, el seísmo, de escala III, se sintió en los concellos pontevedreses de Tui, Cangas, Baiona, Vigo, Nigrán, Tomiño, Salceda de Caselas, Salvaterra do Miño, Cotobade, Poio y Pontevedra. Y de forma más leve en las localidades coruñesas de Noia, Porto do Son, Ribeira, Rianxo o Camariñas. Tras el terremoto, se registraron hasta cuatro réplicas. La más importante a las 08.29 horas de España con una magnitud de 2,6. Pero también hubo otras tres de menor intensidad, dos de ellas de 1,7 y otra de 1,6 a las 08.19 horas, a las 08.20 y a las 12.13.

El seísmo no causó daños personales ni materiales pero sus efectos se dejaron notar desde Viana do Castelo hasta Leiria, a 140 kilómetros al norte de Lisboa. "Las ventanas vibraron", contó en las redes sociales una vecina de Viana do Castelo. "Se sintieron temblar las casas y se oyó un ruído tremendo", describió otra mujer de la zona de Matosinhos.

Medios portugueses apuntan a que las centrales de emergencias recibieron varias llamadas alertando del terremoto. Según las clasificaciones sísmicas, ante un seísmo de magnitud como el de ayer se pueden producir roturas en cerámica, puertas y ventanas. La percepción puede resultar semejante al paso de un camión grande. La actividad sísmica ha sido intensa en agosto en el cuadrante noroeste. El día 22 se registró, con epicentro en la localidad lucense de Taboada, un seísmo de 3,5 que sacudió parte de Galicia, el más potente en 20 años. Pero no fue el único. El pasado mes se registraron otros siete terremotos en Galicia, aunque de menor intensidad.