Galicia es la comunidad con más propiedades rurales, con más de 11 millones, por lo que se propone profundizar en la movilización del terreno productivo a través del Banco de Terras -organismo activo desde 2012 y la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader). Esta agencia dependiente de la Consellería de Medio Rural declara la posesión de todas 9.769 parcelas y las valora en sus cuentas de 2017 en más de 66,2 millones de euros. Pero solo tiene unos pocos terrenos arrendados por los que ingresa por ello 68.442 euros al año. La intención de la Consellería de Medio Rural pasa por seguir desprendiéndose de fincas y ceder a los municipios otras 1.250 fincas en ese año y venideros, para que sean los alcaldes los que les busquen utilidad social. La Consellería invertirá 2,7 millones de euros entre este año y el próximo en ocho proyectos de movilidad de tierras de un millar de propietarios, que suman 1.000 hectáreas. Una vez recuperados los predios para su explotación, se incorporarán al Banco de Terras y se pondrán a disposición de quienes estén interesados. El objetivo de estas iniciativas es recuperar zonas de castaños, pastizales y diferentes cultivos en áreas en desuso mediante un arrendamiento pactado, que permite un alquiler rápido favoreciendo el acuerdo sobre precios y plazos.