La relación entre puertos y ferrocarril es casi inexistente en la comunidad a pesar de la importancia que tienen las terminales marítimas para la economía. Tan solo A Coruña y Marín utilizan el ferrocarril para la distribución de las mercancías. En el caso coruñés, mueve por vía férrea el 27% del total, mientras que Marín se queda en el 20%.

"Las apuestas portuarias en Galicia non son de ahora. Existen numerosas referencia históricas reclamando una decidida política marítimo-portuaria. Sin embargo, en los últimos años este olvido fue muy sonoro", advierte el informe del Foro Económico de Galicia. A esta infrautilización del ferrocarril, aparte de unas líneas obsoletas y lentas, también contribuye la propia dinámica de la gestión del servicio, de gran complejidad burocrática a la hora de contratar el transporte, como destacó Víctor Nogueira. Y es que solo funciona razonablemente bien cuando se trata de encargar un convoy con un funcionamiento regular y para un único operador. Pero que contratar solo vagones y no con un carácter diario, entonces las gestiones se vuelven muy complicadas por toda coordinación logística que se requiere.

Pero este diagnóstico no solo es un mal de Galicia, sino que afecta a gran parte de España. Aproximadamente el 50% del tráfico de mercancías entre la Península a Europa se hace por la fachada atlántica, pero solo el 1% utiliza el ferrocarril y el 16%, el mar. Por tanto, el 83% se traslada por carretera. "Esta situación provoca una saturación de las infraestructuras viarias y, sobre todo, de los pasos fronterizos", se advierte desde el Foro.