La resolución al conflicto de las primarias de En Marea se retrasa y la tensión interna se dispara todavía más por la incertidumbre alrededor de la consulta para decidir la dirección del partido que lidera la oposición en Galicia y que marcará el futuro de su actual portavoz, Luís Villares. La comisión de garantías suspendió la votación al detectar posibles accesos irregulares al censo de inscritos y encargó dos informes técnicos al respecto que preveía recibir el martes. Ese día tenía ya en su poder uno de ellos, pero ayer alegó no haber recibido todavía el segundo, a pesar de que preveía tenerlo ya en su poder.

Ese órgano, controlado por la actual dirección, informó a la coordinadora de que todavía carece de la información técnica que pondrá sobre la mesa ante el Comité Electoral, en manos del sector crítico, que en el último plenario derrotó al oficialismo de Luís Villares, y las dos candidaturas -la del propio juez en excedencia y la de David Bruzos- para fijar otro calendario de primarias. Sin embargo, las conclusiones de los dos informes informáticos encargados podrían abrir un nuevo escenario si se presenta una denuncia judicial por acceso irregular a datos personales.

Villaristas y críticos -bando que comparten Podemos, Anova, Esquerda Unida y las mareas de los alcaldes de las ciudades de A Coruña- cruzaron reproches tras la intervención de la comisión de garantías, a la que el comité electoral reprochó excederse de sus competencias para paralizar el proceso, pero comparten una demanda: celebrar cuanto antes unas primarias con garantías.

Pero el calendario aprieta. La dirección ya adelantó el proceso de renovación previsto para comienzos de año para alejarse lo máximo posible de las elecciones municipales de mayo y evitar que el choque interno afectase a las mareas. La sorprendente suspensión de las primarias anunciada un día ante del inicio de la votación y acometida cuando parte de las bases ya habían participado no ayudará al espacio de la confluencia en la cita de mayo.

Este fin de semana se antoja improbable la celebración de la consulta y las fiestas navideñas complican que se fije para los días previos a Nochebuena o Nochevieja, sin descartar un golpe de efecto en función de las conclusiones de los informes sobre el posible acceso irregular al censo, que se disparó tras la llamada a la participación de Podemos a los suyos. A tres días del cierre del mismo, alcanzaba las 3.326 personas.

El comité electoral tuvo las claves para comprobar esos datos gracias a la empresa que los gestiona, que entendió que era competente para ello tras la negativa de la Comisión de Garantía a ceder temporalmente esas llaves informáticas, pues consideraba que permitía comprobar información personal reservada.