Tras varios años por debajo de la barrera de los 100 muertos en accidentes de tráfico en las carreteras gallegas, 2018 vuelve a estar marcado en rojo en las estadísticas de la DGT. Frente al conjunto del país, donde la siniestralidad mortal experimentó un ligero descenso, en la comunidad gallega la cifra superó el centenar de víctimas mortales, lo que supone un aumento de más del 30% respecto al año anterior, en el que se habían registrado un total de 76 fallecidos.

A falta de que la DGT presente los datos de 2018 -el acto ha sido convocado para hoy en Madrid por el director de Tráfico, Pere Navarro, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska-, hasta el pasado día 20 de diciembre las víctimas mortales en accidentes de tráfico en España alcanzaban ya las 1.148, un 2% menos que las 1.173 contabilizadas durante el mismo periodo del año anterior. En el caso de Galicia, hasta esa fecha ya eran 100 los fallecidos en la red viaria frente a los 73 registrados un año atrás. Pero a esta cifra hay que sumar al menos otros dos motoristas muertos el pasado día 23 en las carreteras gallegas, uno en un choque en la AP-9 en Puxeiros, en el concello pontevedrés de Mos, y otro al salirse de la vía en Portosín, en A Coruña.

Los datos de siniestralidad del ejercicio pasado han activado las alarmas en el departamento que dirige Pere Navarro. Durante su anterior mandato al frente de Tráfico con el Gobierno de Zapatero, el balance de fallecidos en carretera se redujo un 65%. El descenso que había propiciado la implantación del carné por puntos, en vigor desde el verano de 2006, se detuvo bruscamente en 2013. En el conjunto del país, los balances fluctuaron en los años siguientes, con ejercicios al alza y otros con ligeros descensos. Pero en el caso de Galicia se mantuvo una tendencia a la baja, hasta llegar a 2017 con el menor número de fallecidos en carretera. Pero en 2018 se volvió a invertir la tendencia y se produjo un repunte que deja de nuevo más de 100 víctimas mortales. Con el reto de reducir las negras estadísticas en carretera, la DGT pondrá en marcha este año una serie de medidas que incluyen la penalización de las conductas de más riesgo al volante. A finales de mes, la velocidad máxima en las carreteras secundarias, las más peligrosas ya que en Galicia concentran más del 90% de los accidentes de tráfico mortales, será de 90 km/h frente a los 100km/h a los que se puede circular ahora. En los próximos días los titulares de las vías afectadas por la nueva limitación tendrán que ajustar la señalización, al igual que se hizo en 2011 cuando se redujo de manera temporal la velocidad en las autopistas a 110 km/h.

Con la rebaja de la limitación en las vías secundarias, los conductores que circulen a 111km/h (20 km/h por encima de la velocidad máxima de la vía) serán multados con 300 euros y la retirada de dos puntos del carné. El departamento que dirige Pere Navarro también endurecerá el castigo por usar el móvil al volante (seis puntos menos en lugar de los tres actuales). No usar el cinturón de seguridad, viajar con un menor sin silla de retención o no utilizar el caso conllevará la retirada de cuatro puntos a partir de enero, uno más que en la actualidad.