La crisis interna que arrastra En Marea desde las primarias y que ha abocado al partido instrumental a la ruptura parece no tener marcha atrás. Tras el cruce de acusaciones de pucherazo, unos resultados que han sido llevados a los tribunales, un líder recién elegido al que los críticos no reconocen y un plante de estos a la constitución de la nueva dirección, el sector enfrentado con Luís Villares no solo han empezado a mover ficha en el tablero político en busca de nueva coalición de partidos con la vista puesta en las próximas convocatorias electorales sino que también se han propuesto dejar fuera del campo de batalla al máximo responsable del equipo. "Si yo fuera Luís Villares, dimitiría como portavoz parlamentario,", reflexionó ayer el secretario xeral de Podemos Galicia, el diputado coruñés Antón Gómez-Reino.

La primera en insinuar el relevo del juez en excedencia como portavoz de En Marea en la Cámara gallega fue Eva Solla, coordinadora nacional de Esquerda Unida y diputada del partido instrumental, quien la semana pasada admitió que a finales de mes habrá una reunión de grupo en la que se podría dar "un debate" sobre "esa circunstancia".

Desde Podemos, Gómez-Reino declaró ayer en una entrevista a la Cadena SER que si él estuviese en el lugar de Villares "dimitiría" como portavoz parlamentario, una decisión que -apuntó- "depende de los diputados". Tras recordar que varios integrantes del grupo parlamentario "están poniendo encima de la mesa que Villares no habla por la mayoría", advirtió de que "un dirigente tiene que hablar por todos, tiene que representar a todo el mundo y tiene que saber llegar a acuerdos". El responsable de Podemos Galicia admite que la crisis interna ha oscurecido el trabajo institucional de En Marea, en una situación "absolutamente irresponsable" ante la que él mismo también "dimitiría inmediatamente", por haber cometido, según denuncia, "irregularidades para mantener el control político de un espacio".

Gómez-Reino ataca así al grupo de Villares al que culpa de intentar "alterar" el resultado del plenario de En Marea, en el que "la coordinadora -liderada por el juez- perdió" y de poner en marcha después "un proceso plagado de irregularidades". En estos términos se refiere al proceso de primarias internas celebradas en diciembre en las que la candidatura de Villares salió vencedora en por un 60%, en detrimento de la liderada por el candidato de los críticos y exdiputado de Podemos David Bruzos.

"Espacio más amplio"

Pero el líder de la formación morada denuncia que "se cambió un sistema garantista por uno que no tenía ninguna garantía", tanto en lo referente a la protección de datos como a la propia votación, como habría reflejado el informe pericial encargado por el propio Podemos Galicia.

Sin embargo, pese a estas afirmaciones, rechazó dar por hecha la ruptura de En Marea. Insta a "dar carpetazo" a la crisis interna y defiende que "el espacio de cambio en el país es sólido". Ahora bien, apunta a la necesidad "imprescindible" de "hacer un espacio más amplio, más grande, donde los partidos, la sociedad civil y las mareas municipalistas estén cómodas".

Sin aclarar cómo será ese espacio de cambio, sostiene que tiene que continuar en mayo, con la vista puesta en las municipales y en las europeas, para "frenar a la extrema derecha" y opta por poner en valor "el aval" de los alcaldes de las Mareas y el trabajo de la formación en el Congreso".

De cara a los comicios municipales, Podemos Galicia defiende apoyar "marcas consolidadas", como las mareas que están gobernando", pero no aclara cómo se desarrollará la precampaña ante las discrepancias existentes en la actualidad.