Son la nueva amenaza de la seguridad vial en ciudad. Los patinetes eléctricos, monociclos, hoverboards y segways se han convertido en los dos últimos años en los nuevos compañeros de acera a los que esquivar si no se quiere uno ver implicado en un percance. Aunque las ventajas de estos vehículos son numerosas -son económicos, ligeros, non contaminan y no necesitan seguros ni permisos para poder circular-, la falta de experiencia de muchos usuarios y la ausencia de una normativa homogénea han sembrado el caos en calzadas y aceras. En Galicia, la tasa e accidentes con patinetes eléctricos que dejan heridos se sitúa en el 4%, un punto por debajo de la media, según un informe elaborado por la Fundación Línea Directa, que advierte que de no abordarse el problema que ya a día de hoy supone la proliferación de estos vehículos en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, los siniestros mortales con patinetes puede llegar este año a 17, el triple que en 2018.

Según la memoria de la Fiscalía de Seguridad Vial, el año pasado se registraron en España 273 accidentes con estos vehículos, que dejaron cinco fallecidos. País Vasco y Canarias concentran la mayor proporción de siniestros con patinetes eléctricos, por encima del 6,5%, y Asturias y Castilla y León, las que menos (por debajo del 3,5%). El 90% de estos accidentes entre un patinete y otro usuario de la vía son causados por los primeros. Los sufren mayoritariamente jóvenes (29 años de media) en la calzada (33%) y contra otros vehículos (57%).

La encuesta realizada sobre este medio de transporte por la Fundación Línea Directa revela que nueve cada diez gallegos reconocen desconocer la normativa y casi el 80% lo consideran una amenaza para la seguridad vial ya que sus usuarios "no respetan las normas de circulación y van por donde quieren". El 69% de los ciudadanos consultados en Galicia reclama una ley clara y común para todo el país. No obstante, admiten que favorece la movilidad y que sí los utilizarían en caso de restricciones de tráfico. En lo que sí coinciden casi el 90% de los encuestados es que los usuarios de los vehículos de movilidad personal tengan carné o formación.