Los exministros José Blanco (PSOE) y Ana Pastor (PP) se enfrentan hoy al accidente del tren Alvia, que se saldó con 80 pasajeros muertos y 144 heridos. Una tragedia que marcó sus mandatos al frente de Fomento y por la que deberán responder ante la comisión de investigación del Congreso, que les ha citado para las 16.00 y las 17.30 horas, respectivamente.

El descarrilamiento, por el que están investigados tanto el maquinista, por el despiste que le llevó a circular con un exceso de velocidad, como el exjefe de Seguridad de Adif, por no realizar el preceptivo análisis de riesgo en la línea, ha motivado varios pronunciamientos de la Comisión Europea. Hace solo dos semanas abrió expediente a España por "deficiencias" en la evaluación de los peligros que entraña el sistema ferroviario.

Tras casi cinco años de "lucha", la plataforma de víctimas del siniestro logró su objetivo: la constitución de una comisión de investigación en la Cámara, con la que busca que se depuren las responsabilidades políticas. Las de Blanco y Pastor serán las últimas comparecencias, tras las que los grupos deberán elaborar unas conclusiones. Los afectados pidieron la última palabra, pero les fue denegada a cambio de una intervención a puerta cerrada en lo que consideran una decisión "antidemocrática" resultado del "pacto" entre PP y PSOE.

Con Blanco como ministro de Fomento se produjo la inauguración de la línea del accidente, que experimentó un cambio de proyecto que implicó la retirada del sistema de control de velocidades ERTMS de los últimos kilómetros de la vía, justo donde tuvo lugar el descarrilamiento. El tren siniestrado era, además, un híbrido (que los profesionales del sector conocían como Frankenstein) con las características que le posibilitaban circular por esa vía. Después del siniestro, ya en febrero de 2014, como diputado en el Congreso, Blanco aseguró que no le preocupaba que se ampliase la investigación por el accidente, al destacar que el deber de la justicia es "investigar absolutamente todas las causas" y remitió a la CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios) para que se esclareciesen las causas en el ámbito técnico.

En noviembre de 2015, el ya eurodiputado recibió en Bruselas a un grupo de víctimas del accidente del tren y sostuvo que se enteró "tres días después" del mismo de que no había ERTMS, para a continuación sugerir que "lo sabría el director de seguridad de Adif".

Durante el mandato de Ana Pastor, se produjo la desconexión del sistema de control ERTMS embarcado. Varios peritos dictaminaron que esa fue la última malla de seguridad que se retiró, ya que de haber estado conectado habría avisado al maquinista, que tendría que reconocer el punto en el que se encontraba. De lo contrario, el tren se habría frenado.

Dos años después de la tragedia, Pastor dijo que se había comprometido a "reforzar" el sistema ferroviario y defendió que se había hecho. En todos sus pronunciamientos al respecto siempre destacó que el apoyo a las víctimas era el "primer objetivo" del Gobierno del que formaba parte.

Uno de los momentos más llamativos del desarrollo de la comisión de investigación se produjo cuando el que fuera presidente de la CIAF Vicente Rallo aseguró que le sugirió a Pastor reabrir la investigación, pero esta le dijo que no, que ese asunto estaba ya "liquidado". El gabinete de la ya presidenta del Congreso emitió una comunicación acusándolo de mentir en sede parlamentaria, tras lo que Rallo pidió volver a comparecer, esa misma tarde, para desdecirse.

Coincidiendo con las comparecencias de Blanco y Pastor, la plataforma de víctimas del accidente ferroviario del Alvia se concentrarán frente al Congreso para exigirles que "pidan perdón y asuman su responsabilidad", informa Europa Press.