Ninguna provincia gallega se salvó del aumento de la delincuencia el año pasado. A la cabeza del repunte se coloca Lugo, con un 7,2% más de infracciones penales que el ejercicio anterior; seguida de Ourense (7%) y A Coruña (6,2%). Pontevedra es la única que se queda por debajo del repunte medio en la comunidad, con un 2,8% frente al 5,1% del conjunto autonómico, según el balance hecho público ayer por el Ministerio del Interior.

Solo los delitos cometidos en las provincias de A Coruña y Pontevedra suman el 80% de todos los denunciados en Galicia el año pasado, con 35.278 casos y 27.500, respectivamente. Esto se traduce en una media de 97 delitos diarios detectados en espacios públicos y hogares coruñeses y 75 en el caso de los pontevedreses.

El volumen de infracciones penales denunciadas el año pasado en Lugo y Ourense se queda muy por debajo de estas cifras, con 7.461 y 7.730 en cada caso.

En cuanto a la tasa de criminalidad, A Coruña registra el peor balance: 31,5 infracciones penales por cada mil habitantes, por encima de los 28,9 de la media gallega. Le siguen en la tabla autonómica Pontevedra, con 29,2, y Ourense, con 25. Y finalmente, Lugo, con 22,5.