La transición energética también se ha convertido en un combustible para alimentar la alianza del Noroeste. Los tres presidentes regionales coincidieron ayer en alertar de los peligros del Plan Integrado de Energía y Clima, el programa "verde" que acaba de enviar a Bruselas el Gobierno de Pedro Sánchez, y reclamaron su corrección.

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, calificó el plan energético de "irresponsabilidad" porque el cierre de las centrales térmicas de carbón de Galicia -As Pontes y Meirama- haría, pese al despliegue de tecnologías renovables -hay previstos en la región 2.000 MW de eólica-, que hubiera un déficit energético en la comunidad, "lo que es peligroso", apuntó. "No hay que ser quijotes ni se necesita ser campeones de la nada en Europa porque eso es incompatible con la industria y ahí están los problemas de empresas electrointensivas como Alcoa o Ferroatlántica", afirmó Feijóo tras destacar que en los últimos años a esas empresa el precio de la electricidad subió un 70%. "Podemos ser el país más verde de Europa y con más paro", advirtió Feijóo, que también criticó el empeño en ser pioneros en el coche eléctrico, "en incorporar las baterías fabricadas en China cuando nosotros fabricamos los mejores motores diésel".

El presidente de Asturias señaló que "hay que reconsiderar ese plan" porque supone "un riesgo cierto de reindustrialización". Destacó que la postura inicial de las instituciones europeas era que en 2030 las energías renovables cubrieran el 27% del consumo final de energía y que finalmente ese objetivo se elevó al 32%. "El plan del Gobierno lo eleva ahora al 42%, me parece que se trata de un proyecto demasiado ambicioso y por eso presentaremos alegaciones", sentenció Javier Fernández.

Por su parte, el presidente de Castilla y León alertó de que los centros de decisión de la industria del automóvil están fuera de España y que "una transición energética que no es razonable y que no está medida en el tiempo de ninguna manera se puede denominar transición justa y a nosotros no nos vale".

Además, Juan Vicente Herrera destacó que mientras países como Alemania prevén seguir quemando carbón en sus térmicas hasta 2038 -con un plan por fases pactado por los diferentes gobiernos y agentes sociales y dotados con 40.000 millones- "España quiere ir corriendo y sin alternativas".