El maquinista Francisco José Garzón Amo y el jefe de seguridad de Adif cuando se puso en marcha la línea ferroviaria Santiago-Ourense, Andrés Cortabitarte, son ya los únicos investigados por el descarrilamiento de un Alvia en Santiago, en el que hubo 80 muertos, al archivarse la causa judicial contra otras cinco personas.

Con este sobreseimiento, del que informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, quedan fuera del caso el director de Circulación de Renfe, el gerente del Área de Seguridad en la Circulación del Noroeste de Adif y tres técnicos.

El magistrado competente, destacó el alto tribunal gallego, mantiene por tanto que el caso se concentre en Garzón y Cortabitarte por si los hechos que se les imputan fuesen constitutivos de 80 delitos de homicidio y de 144 de lesiones debido a imprudencia profesional grave.

En su resolución, en cuanto a los recursos sobre peticiones de mantenimiento de la imputación del director de Circulación de Renfe en la fecha de los hechos, el juez argumenta que la responsabilidad del mismo "se ciñe al material rodante y a la formación del maquinista" y asegura que "no consta que hubiere incurrido en incumplimiento normativo y/o técnico alguno".

La Dirección de Seguridad en la Circulación de Renfe, según el instructor, "ha cumplido con su cometido, que no era otro más que habilitar un material rodante técnicamente adecuado y poner a los mandos del mismo a un maquinista debidamente formado y dotado de las habilitaciones profesionales legalmente exigibles".

El magistrado del caso también defiende el sobreseimiento de las actuaciones contra el gerente del Área de Seguridad en la Circulación del Noroeste de Adif y destaca en la resolución que es "evidente que más allá de la denominación de su cargo, carece de competencia alguna en el ámbito de la evaluación de riesgos que aquí nos ocupa".