Los viajes cortos por carretera resultan los más nefastos. Y sobre todo los que ocurren a la vuelta del trabajo a casa o durante la jornada laboral. Cansancio y excesiva confianza al volante son las principales causas de la elevada accidentalidad al volante in itinere (en los desplazamientos entre el domicilio y el lugar del trabajo) y en misión (durante la jornada laboral). El número de fallecidos el año pasado en las carreteras españolas en siniestros de tráfico laborales aumentaron un 23%: un total de 249 víctimas mortales en los casi 70.000 accidentes viarios durante la jornada laboral, lo que deja un coste medio de 2.000 millones de euros, según datos del I Informe sobre Seguridad Laboral en España elaborador por el Real Automóvil Club (RACE).

En el mapa de siniestralidad vial laboral, Galicia se encuentra en la mitad de la tabla -puesto noveno-, con una media de 344,4 accidentes de este tipo por cada 100.000 habitantes. En el caso de los siniestros durante los desplazamientos en la propia jornada de trabajo, la tasa gallega es la cuarta más alta del país (103,4), solo por detrás de Canarias (121,7), Andalucía (115), y Asturias (111,6).

Y en los viajes de casa al trabajo, y sobre todo de vuelta al domicilio, Galicia es la séptima comunidad con más incidentes de este tipo (241 por cada 100.000 habitantes), por detrás de Andalucía (299,3), Cataluña (296,3), Baleares (268,2), Madrid (251,3), Cantabria (241,2) y Canarias (249,2).

De los 249 fallecidos el año pasado en accidentes de tráfico laborales, 136 perdieron la vida in itinere, un 11,5% más que un año atrás, y 133 fallecieron mientras realizaban su misión laboral, un 41,3% más que el ejercicio anterior, según el balance publicado ayer por RACE.

El informe, que recopila datos de la última década, advierte de que se producen más accidentes yendo al trabajo (64%) que volviendo de él, y destaca que es más probable que una persona sufra un accidente si lleva poco tiempo trabajando en la empresa (menos de 6 meses) y si la compañía es grande (más de 250 trabajadores).

El horario con más probabilidades de surgir alguno de estos accidentes laborales en España es entre las ocho y las nueve de la mañana, en especial los martes. Y el otoño, la peor estación.

El perfil con más riesgo de siniestro viario laboral es el de mujeres de entre 16 y 29 años en los in itinere, y hombre de la misma edad en los que ocurren en misión laboral.

El estudio de RACE calcula que estos siniestros dejan un coste de 2.000 millones de euros al año, contando los que asume la Seguridad Social por las bajas -una media de 100 millones anuales-, a los que hay que sumar los gastos médicos, de rehabilitación, de servicios judiciales y de emergencias, así como los daños materiales y la pérdida de producción. Pese a estas cifras, el informe advierte de que solo el 27% de los trabajadores recibe formación en seguridad vial.

Por tipo de accidente, el coste medio de cada siniestro leve que ha producido una baja asciende a 17.900 euros, por 237.800 euros el grave y casi dos millones en caso de ser mortal. Los costes engloban gastos médicos y de rehabilitación, servicios judiciales, de emergencia, daños materiales y pérdidas de producción.

Jorge Castellanos, responsable de Movilidad de RACE, señala como uno de los principales problemas en este ámbito las furgonetas de reparto, cuyo uso se ha multiplicado por el repunte de las ventas online.

En cuanto a tipo de vehículo, el estudio revela que el 54% de trabajadores que sufrieron un accidente vial laboral conducía un coche, mientras que un 23% (uno de cada cuatro) conducía una moto, una cifra seis veces superior a lo que debería corresponderle estadísticamente por uso, siendo el tipo de vehículo más peligroso.