El PP volvió ayer a sacar músculo en Galicia. Por segunda vez en poco más de un mes, Pablo Casado visitó Vigo, en esta ocasión para repartir los carnés de militante a los nuevos 100 afiliados de su formación en la ciudad y para intentar arañar votos en la comunidad a cuatro semanas de las elecciones generales. Acompañado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el vicepresidente Alfonso Rueda o la exministra de Fomento Ana Pastor, el candidato a la Moncloa insistió en que el 28 de abril solo ha dos alternativas: "O el tándem de Pedro Sánchez, Podemos, Torra y los batasunos, o un Gobierno encabezado por el PP". "Si vuelven al Gobierno los comunistas de Podemos, tendremos otra recesión", predijo. Las alusiones a concentrar el voto del centro derecha en su formación en lugar de dispersarlo con Ciudadanos fueron continuas. También por parte de Feijóo: "No me extraña que Sánchez esté encantado con ellos. Si se divide el voto no sumamos". El acto sirvió para evidenciar el buen feeling entre el presidente gallego y el líder del PP. "Feijóo es un referente a nivel nacional y si soy presidente, será lo quiera, como quiera y donde quiera, porque necesitamos a gente como Alberto", reiteró Casado.