El turismo rural ha registrado un frenazo durante el pasado año, rompiendo la tendencia de crecimiento que arrancó en 2014. Es cierto que el número de viajeros de este tipo de alojamiento creció ligeramente con respecto a 2017, un 0,6%, pero la estancia cayó sensiblemente. Tanto que es la segunda que más bajó en el conjunto de las comunidades autónomas. Las pernoctaciones disminuyeron un 7,3%, una cifra solo superada por Navarra, donde el desplome fue del 15%, y que contrasta con el crecimiento medio de España, con una subida del 3,4%.

"Comportamiento negativo de la demanda. Se rompe la tendencia positiva de los cuatro años anteriores registrando una caída global del 7,3% como consecuencia del descenso parejo de la estancia media. El mismo número de viajeros permanece menos tiempo en Galicia, con lo que desciende el volumen de noches en comparación con 2017", sintetiza la Axencia Turismo de Galicia en su informe relativo al pasado año.

En 2013 se contabilizaron 259.151 pernoctaciones que a partir de ahí se fueron incrementando hasta las 449.040 de 2017. Pero el pasado año los dígitos cayeron hasta los 416.423. Cifras que colocan a Galicia en la parte baja de la tabla de las comunidades autónomas, muy alejada de los puestos de cabeza, a cuyo frente se sitúa Castilla y León con 1,8 millones de pernoctaciones, seguida de Andalucía con 1,3 millones, Cataluña (1,26), Baleares (1,22) y Asturias (0,92).

La Xunta señala como principal causa del descenso de las pernoctaciones la reducción en un 7,8% de la estancia media, que el pasado año fue de 1,91 días. "Se confirma de esta manera el comportamiento irregular que la estancia registra a lo largo de esta década, alternando periodos de crecimientos con otros de caída, pero con todo lejos del nivel marcado antes de la crisis, cuando la permanencia se situaba en 2,2 noches", cuenta Turismo de Galicia en su informe.

El 29% de la ocupación en las casas rurales corresponde a los propios gallegos, siendo Madrid el principal mercado emisor de ámbito nacional, con más de 58.000 noches, representando el 14% de la demanda total. Siguen en orden de importancia Cataluña (5,9%), Andalucía (4,7%) y Valencia (3,3%).

En cuanto al número de viajeros, sigue creciendo el número, pero ligeramente. Apenas 1.200 visitantes más que en 2017, para situarse en 217.735. Pero es un nuevo récord de inquilinos de casas rurales en Galicia, con la particularidad de que cada vez pasan menos días en la comunidad. Y la Axencia Turismo de Galicia pone el ojo en que el crecimiento se ha ralentizado mucho, pues de incrementos interanuales del 21% en 2014 o el 23% en 2105, se ha ido bajando al 10% en 2016, al 1,5% en 2017 y al 0,6% el pasado año.